La reciente encuesta de Ipsos señala que el primer gobierno de coalición desde la transición, presidido por Sánchez, camina por la cuerda floja, y no únicamente por su difícil mayoría parlamentaria, sino por la opinión que expresan los electores.
De entrada, ninguno de los vicepresidentes y ministros aprueba. La nota máxima la obtiene Nadia Calviño con un 4,65, y la mínima otro vicepresidente, Pablo Iglesias, con prácticamente un 4 pelado. Sólo hay una excepción: el ministro menos político de todos, el astronauta Pedro Duque, que logra un 6,13. Es un indicador más de que el color político de los ministros no genera entusiasmo. Por otro lado, se valora de manera mayoritaria y negativa el aumento de número de ministerios, que el Ministerio de Transición Ecológica tenga rango de vicepresidencia, que haya cuatro vicepresidencias, que dos miembros del gobierno estén casados, y que haya pocos ministros independientes.
Todo ello hace que la valoración del conjunto del nuevo equipo de gobierno sea más bien pobre. El 42% la valora «muy mal» (29%) y «mal» (13%), mientras que sólo un 31% lo hace en términos positivos y sólo un 8% se decanta por la calificación superlativa. Por otra parte, está de acuerdo con el nuevo gobierno de coalición un 42,6%, mientras que el 41,6% no está de acuerdo. El acuerdo con ERC registra una conformidad todavía más baja y se configura como el flanco más débil de este gobierno de cara a la opinión, porque sólo un 29,8% está de acuerdo, mientras que un 59,4% discrepa mucho o poco. Una valoración similar registra el apoyo de Bildu al gobierno, con sólo un 27,9% que lo aprueba y un 60,9% que lo desaprueba.
Finalmente, sólo una tercera parte de los encuestados considera que el gobierno durará 4 años, un 16% cree que durará menos de un año, y un 37% entre 1 y 3 años.
De todas estas valoraciones, la actitud más favorable, de hecho entusiasta, es por parte de los votantes de UP, que son los que aportan la mayor parte de las valoraciones positivas, y una actitud también favorable, pero mucho más contenida, corresponde al partido socialista. En este otro perfil, el gobierno está obligado a prestar atención a que las medidas que lleva a cabo, y sobre todo cómo las lleva a cabo, no creen oposición o frustración entre los votantes socialistas.