Por primera vez desde el año 2007, la presión fiscal en España ha superado a la media de la OCDE (34,3%). El aumento de 34,4% convierte a España en el décimo noveno país con mayor nivel de recaudación entre los 36 que integra la estadística, entre Polonia (35% del PIB) y el Reino Unido (33,5%).
El buen desempeño de la economía y del mercado laboral durante los años anteriores a la Gran Recesión tuvieron sus efectos en la recaudación y permitieron que la presión fiscal se situara durante seis años seguidos, de 2002 a 2007, por encima de la media de la OCDE. Tocó techo justo el año anterior a la crisis, cuando el peso de tributos y cotizaciones sociales llegó al 36,4% del PIB, 2,8 puntos más que la media de los países que conforman la organización con sede en París.
En las cifras publicadas este jueves se detalla también cómo se reparte la recaudación en cada uno de los impuestos, pero en relación con el ejercicio 2017. En este ejercicio se recaudaron 392.850 millones de euros, de los cuales un 34% correspondieron a cotizaciones sociales. Lo siguiente son las tasas sobre bienes y servicios que aportaron el 29% de toda la recaudación. Los impuestos directos a las personas como el IRPF representaron un 22% del total. El impuesto de sociedades pesa un 7% respecto a total frente al 9% en el conjunto de la OCDE.
Por lo que respecta a la economía sumergida, algunos estudios cifran que podría representar el 15% del PIB en España. Otros trabajos realizados por la Generalitat sostenían que la recaudación real de los impuestos que gestiona es un 25% inferior a la recaudación potencial.
Las cifras de la OCDE se hicieron públicas en medio del debate abierto en España sobre la modificación del IRPF. Esta misma semana, los Comunes y el Gobierno confirmaron que negocian subir dos puntos el IRPF a los contribuyentes con rentas altas. En el caso de Madrid, el gobierno regional quiere rebajar la tributación de sus contribuyentes.
A nivel global, la OCDE destaca que la presión fiscal entre las economías avanzadas se ha estabilizado, tras mantenerse «virtualmente sin cambios» y registró una media del 34,3% PIB en 2018, en comparación con el 34,2% de 2017, informa Europa Press. En este sentido, la organización internacional atribuye esta pausa en las subidas observadas en años anteriores a la reforma fiscal aprobada en los Estados Unidos, donde la presión fiscal disminuyó al 24,3% en el ejercicio 2018 desde el 26,8% del año anterior, su nivel más bajo desde 2012.