En un hecho insólito, 55 sociedades científicas, que dicen representar a 170.000 profesionales sanitarios, han publicado en los principales medios de comunicación y a doble página, un manifiesto que lleva un título muy duro: «En la salud, ustedes mandan pero no saben«, y que se dirige en primer término al presidente del gobierno de España, a los presidentes de las 17 Comunidades Autónomas y a los señores políticos.
Concretan diez medidas que consideran necesarias que sean adoptadas; en realidad nueve porque la décima es el ofrecimiento de los conocimientos de las sociedades científicas. Dos hechos llaman la atención. Uno, la ostentación tipográfica de publicar a doble página el manifiesto. Es un hecho poco habitual. El otro, la denuncia rotunda a la ignorancia del presidente del gobierno y del resto de políticos. No es poco.
- Piden que las decisiones se basen en las mejores evidencias científicas disponibles y que estén desligadas del enfrentamiento político.
- La necesidad de una respuesta coordinada y equitativa basada en criterios científicos, claros, comunes y transparentes.
- La denuncia de la lentitud burocrática y la necesidad de que frenen tanta discusión «y corran a la acción».
- La necesidad de un protocolo nacional que establezca criterios comunes de base científica sin interferencias políticas. Y estos criterios deben definir normas generales de prevención, de manejo de los pacientes afectados, estrategias de rastreo de los contactos y la gestión de los centros sociosanitarios.
- La exigencia de crear una reserva estratégica nacional de material destinado a la prevención y tratamiento.
- También la exigencia de que sólo las autoridades sanitarias sin injerencia política sean las que establezcan las prioridades de actuación en relación con otras enfermedades, los cambios en la organización y las previsiones adecuadas.
- La reiteración que solo se puede manejar bien desde el conocimiento de las ciencias de la salud y la reclamación de un compromiso para incrementar los recursos de investigación. Y finalmente, pedir que se cambie ya tanta inconsistencia política, profesional y humana.
Lo dicho, un manifiesto extraordinariamente crítico que afecta a todos los partidos, pero que se dirige a la práctica, y como no puede ser de otra manera, a los que gobiernan.
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