El día 25, día internacional para la eliminación de la violencia hacia las mujeres, se produjo una saturación en los medios de comunicación que difícilmente puede ser positiva para lo que se quiere comunicar. No se trata sólo de las páginas y páginas y del tiempo de edición en los telediarios, sino de la abundancia de publicidad de organismos oficiales en este mismo sentido. La consideración adicional es que, además, este tipo de información ya es prácticamente cotidiana en todos los medios y, por tanto, la existencia del día conmemorativo de una determinada efemérides en la que se quiere situar la atención, es en ese caso menos necesaria que otros, porque ni mucho menos está fuera de foco.
En el caso de los anuncios, fue espectacular. La Vanguardia, por ejemplo, llevaba 4 páginas y media enteras de publicidad oficial con estilos muy distintos. La peor de todas, por el carácter violento de la expresión y falta de respeto por las creencias de buena parte de los catalanes era precisamente la de la Generalitat “Ni biología, ni cultura, ni prejuicio, ni broma, ni hostias ”. La carencia de sensibilidad del gobierno de Cataluña hacia los católicos se manifiesta una vez más. El cuidado con el lenguaje inclusivo y políticamente correcto se acaba allá donde comienza el cristianismo, para nuestro gobierno.
El anuncio del Ayuntamiento de Barcelona era de estética fallera con dibujos y colores llamativos y sin duda agresivos. Era el anuncio de «BCN antimachista». La ironía, y no fina, es que al mismo tiempo los datos demuestran que Barcelona es la capital española de abusos sexuales con penetración. Mucha cartelería y publicidad y pocos resultados prácticos.
TMB, que vive en un déficit permanente, no podía ser menos y se gastó el dinero en un anuncio que decía “Basta. Denuncia el acoso sexual” con la caricatura de una mujer malcarada y enfadada, y señalaba “Si alguien se acerca más de la cuenta, denúncialo”. Poca broma con los autobuses.
Y lo más positivo de todos con diferencia el del ministerio de Igualdad del gobierno de España: “Practica los buenos tratos por una vida libre de violencias machistas” y la imagen de dos personas mayores que reposaban plácidamente en una cama cogidas de la mano y debajo el número de teléfono de atención a víctimas de violencia contra las mujeres, el 016 . Esta publicidad sí tiene sentido, porque contiene una información útil, la del teléfono, y predica por el lado positivo en lugar de la exclamación mal sonante y la publicidad agresiva.
Para redondearlo, también ayer todos los partidos, excepto Vox, acordaron un nuevo pacto de estado contra este tipo de violencia. Ya hemos perdido la cuenta de los pactos de este tipo que se van produciendo año tras año y cada vez aumentan el gasto. Nadie lleva la contabilidad y no se sabe el dinero que todo este tipo de actuaciones conlleva. Se gasta y no se pasan cuentas. Porque la pregunta es: ¿de qué sirven tantos pactos de estado y tanto dinero, si el problema permanece igual o peor? Peor, porque se multiplican las graves agresiones sexuales. Peor, porque es evidente, como señalan las encuestas, que los jóvenes son cada vez más refractarios a toda esta presión mediática y en una parte creciente rechazan que este fenómeno de la violencia exista.