En una comparecencia de autoridades, porque estaba presente el vicepresidente y candidato a la Generalitat, Pere Aragonés, la consejera de Salud, Alba Vergés, el secretario de salud pública, Josep Maria Argimon, y el director del CatSalut, Adrià Comella, se presentaron unos objetivos de vacunación que los medios de comunicación han reproducido sin cuestionar al más mínimo las cifras que se dieron.
En concreto, los responsables de la Generalitat se han comprometido a partir de abril a vacunar con medio millón de dosis a la semana, por lo que a finales de septiembre habrían inyectado 12 millones de dosis, lo que representaría como mínimo, considerando que todas las vacunas fueran de doble dosis, seis millones de personas, lo que comportaría que se habría vacunado a toda la población necesaria para alcanzar la inmunidad de grupo. A este ritmo significa que cada mes se vacunarían 2 millones de personas.
Con los datos también formulados, las previsiones de recepción de vacuna, aunque son siempre inciertas, cuadran, grosso modo, con la vacunación. En concreto, los responsables de la Generalitat anuncian que habrán llegado 11,7 millones de vacunas. Naturalmente siempre con la reserva de que los proveedores cumplan con lo establecido.
Hasta aquí el resumen de lo que se expuso en la comparecencia de los responsables políticos y técnicos. Hay que decir, sin embargo, que lo que se echa de menos es el plan concreto de vacunación. Si aseguran que están en condiciones de llevar a cabo este ritmo, deben indicar en qué períodos lo harán semana a semana y a qué grupos de población afectará, ya que, contrariamente y dado el mal funcionamiento hasta ahora, las cifras parecen un brindis al sol.
El escepticismo es lógico. Ahora van a un ritmo de unas 12.000 dosis diarias. Habría que incrementar un 60% esta cifra si se inyectara 5 días a la semana, entre abril y septiembre. Si no es así, la cifra de medio millón a la semana no es posible.
Hay que recordar que desde el inicio de la vacunación, y nos situamos a primeros de enero, se han inyectado en cifras redondas 1 millón de dosis. La misma magnitud que según el plan de sanidad se quiere llevar a cabo ahora cada medio mes. Pero, a la población de máximo riesgo, los de más de 80 años, se empezó a vacunar el 14 de febrero y ahora dicen que alcanzarán el 100% de este grupo a mediados de abril. Serán, por tanto, 2 meses para vacunar al 6% de la población, que es el porcentaje de las personas de 80 y más años. A este ritmo conseguirían vacunara toda la población mayor de 18 años aproximadamente en febrero de 2023. Como se puede constatar, la diferencia entre lo que se está haciendo hasta ahora y lo que dicen que harán da lugar al mayor de los escepticismos.
Mientras estas cifras no se concreten en un plan de vacunación, deberían garantizar las 4.000 vacunas que el Segrià reclama para evitar el drama de los temporeros, y que pusieran en marcha un plan de test de antígenos para estos 30.000 inmigrantes antes de ir al campo. Es una necesidad para evitar la reiteración de problemas.
En todo caso, la reclamación es clara: hay que concretar el plan de vacunación y dejar de lanzar cifras al aire. Salvar el verano es decisivo para que este año no se transforme en una segunda versión de la crisis.