Parece mentira pero España es el país puntero en Europa en paro total y juvenil. Y no tiene espacio en la agenda política ni pública el problema disruptivo de la Inteligencia Artificial, que se añade al de la robotización, que ya viene actuando.
La estimación exacta del porcentaje de puestos de trabajo que se perderán o se verán afectados por la Inteligencia Artificial (IA) es un tema ampliamente debatido y hay diferentes opiniones. Diversos informes y estudios han proporcionado estimaciones, pero es importante tener en cuenta que estos números pueden variar según los métodos de análisis utilizados, las suposiciones realizadas y los avances tecnológicos futuros. Algunas estimaciones indican que entre el 10% y el 50% de los empleos podrían verse afectados en las próximas décadas. Sin embargo, es difícil predecir con precisión cómo se desarrollará esta tendencia en cada sector y en cada región.
Es importante destacar que, aunque algunos puestos de trabajo pueden ser automatizados o modificados debido a la IA, también se espera que la IA cree nuevas oportunidades de empleo y transforme la naturaleza de ciertos roles profesionales, pero como acostumbra a suceder esta fase no estará sincronizada con la pérdida, ni la compensará por tipología de empleo.
Además, es probable que se necesiten nuevas habilidades y competencias para adaptarse a los cambios impulsados por la IA. Por lo tanto, es crucial invertir en la educación, el desarrollo de habilidades y la recualificación de los trabajadores para prepararlos para las oportunidades y desafíos que surjan en la era de la IA.
Algunas profesiones y trabajos que podrían verse reducidos o desaparecer en cierta medida debido a la IA incluyen:
- La industria manufacturera: Con el avance de la robótica y la automatización, muchas tareas en líneas de producción pueden ser realizadas por robots y sistemas de IA, lo que podría reducir la necesidad de mano de obra humana.
- El sector del transporte: La conducción autónoma y los vehículos autónomos podrían tener un impacto significativo en profesiones relacionadas con el transporte, como los conductores de camiones, taxis y autobuses.
- Servicios financieros: La IA puede automatizar tareas relacionadas con análisis de datos, gestión de riesgos y operaciones financieras, lo que podría reducir la demanda de algunos roles en instituciones financieras, como analistas financieros y procesadores de préstamos.
- Atención al cliente y soporte técnico: Los chatbots y sistemas de IA pueden realizar tareas de atención al cliente y proporcionar soporte técnico básico, lo que podría disminuir la necesidad de personal humano en ciertos casos.
- Trabajos en el campo legal: La IA puede ser utilizada para analizar grandes volúmenes de documentos legales y realizar investigaciones legales, lo que podría afectar ciertas tareas realizadas por asistentes legales y paralegales.
Algunos ejemplos de estos trabajos son:
- Matemáticos: la IA puede resolver problemas matemáticos complejos y generar fórmulas y teoremas.
- Gestores, contables y auditores: la IA puede automatizar procesos de gestión, contabilidad y auditoría, así como detectar fraudes y errores.
- Analistas financieros: la IA puede analizar datos financieros, hacer predicciones y recomendaciones, y optimizar inversiones.
- Analistas de noticias, reporteros y periodistas: la IA puede recolectar, procesar y sintetizar información de diversas fuentes, generar noticias y artículos, y adaptarlos a diferentes públicos.
- Secretarios jurídicos y asistentes administrativos: la IA puede realizar tareas administrativas, organizar agendas, gestionar documentos y comunicaciones, y asistir a clientes.
- Diseñadores de interfaz de usuario e internet: la IA puede crear diseños gráficos personalizados a partir de las necesidades de los usuarios, así como optimizar la usabilidad y la experiencia de usuario.
- Traductores: la IA puede traducir textos y audios entre diferentes idiomas con alta precisión y fluidez.
- Analistas demoscópicos: la IA puede recopilar y analizar datos demográficos, sociales y políticos, así como hacer proyecciones y estimaciones.
Estas son solo algunas de las profesiones y trabajos que se verán afectados por la generalización de la IA, pero hay muchos más.
Sin embargo, la IA también creará nuevas oportunidades y demandas laborales, especialmente en los campos relacionados con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), así como en los que requieren habilidades sociales, emocionales y éticas.
Las habilidades sociales, emocionales y éticas son aquellas que nos permiten relacionarnos con los demás, gestionar nuestras emociones, tomar decisiones responsables y actuar de acuerdo con valores universales como el respeto, la justicia y la solidaridad.
Algunos ejemplos de estas habilidades son:
- Comunicación: la capacidad de expresar y escuchar ideas, sentimientos y opiniones de forma clara, respetuosa y asertiva.
- Colaboración: la capacidad de trabajar en equipo, cooperar, compartir y resolver conflictos de forma constructiva.
- Creatividad: la capacidad de generar ideas originales, innovar y resolver problemas de forma novedosa.
- Pensamiento crítico: la capacidad de analizar información, argumentar, evaluar y tomar decisiones razonadas.
- Empatía: la capacidad de comprender y compartir los sentimientos, necesidades y perspectivas de los demás.
- Autocontrol: la capacidad de regular las propias emociones, impulsos y comportamientos.
- Confianza: la capacidad de tener una imagen positiva de uno mismo, reconocer las propias fortalezas y debilidades, y actuar con seguridad.
- Curiosidad: la capacidad de mostrar interés, entusiasmo y motivación por aprender cosas nuevas.
- Respeto: la capacidad de reconocer y valorar la dignidad, diversidad y derechos de todas las personas.
- Responsabilidad: la capacidad de asumir las consecuencias de las propias acciones y comprometerse con el bien común.
- Integridad: la capacidad de actuar con honestidad, coherencia y ética.
Estas habilidades son necesarias para el futuro porque nos ayudan a adaptarnos a los cambios, enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que nos ofrece la sociedad del siglo XXI. Las habilidades sociales y emocionales no tienen un papel aislado: interactúan con las habilidades cognitivas, se estimulan unas a otras y mejoran aún más la probabilidad de que los niños consigan resultados positivos en el futuro.