Era perfectamente previsible que los Talibanes afganos avanzasen a medida que las fuerzas armadas norteamericanas salieran del país de acuerdo con el plan de retirada previsto por el presidente Joe Biden.
Esta semana, el ejército de los Estados Unidos ha afirmado haber completado el 90% de su repliegue.
El plan de Biden, que ha seguido la línea iniciada por su antecesor Donald Trump, es que no quede ningún soldado en el país el próximo 11 de setiembre, fecha en la que se cumplirán 20 años de los atentados del 11S. Pero, de hecho, la retirada se está llevando a cabo de forma adelantada y envuelta en gran discreción para evitar llamar la atención.
Mientras ésta avanza, los Talibanes han lanzado una ofensiva en el norte del país que ha obligado a movilizar a centenares de soldados afganos de refuerzo.
Los insurgentes iniciaron una ofensiva generalizada tan pronto como los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN iniciaron su retirada durante el mes de mayo. Actualmente, varios distritos ya han pasado a manos rebeldes.
Hay que tener en cuenta que el norte no es la zona de implantación predilecta de los Talibanes, tradicionalmente más fuertes en el sur de Afganistán.
De hecho, fue en el norte que se inició el movimiento de resistencia llamada “Alianza del Norte” contra la dictadura religiosa impuesta por los Talibanes a medianos de los años 90.
Tras la invasión de Afganistán por las fuerzas de la OTAN en 2001, la Alianza del Norte se alió con ellas para echar a los Talibanes del poder.
Ahora, dos provincias tradicionalmente unidas a la Alianza del Norte han caído en manos de los Talibanes. Su caída a manos de los extremistas ha supuesto un duro golpe para la moral del gobierno afgano de Kabul y sus aliados locales y occidentales.
Por su parte, las fuerzas armadas afganas han afirmado estar preparando una contraofensiva para recuperar el territorio perdido. También han declarado que su estrategia defensiva hasta la fecha pasa por concentrarse en la protección de núcleos urbanos densamente poblados debido a la falta de medios aéreos.
Cada vez que han entrado en combate los soldados afganos han demostrado tener escasa efectividad y una moral bajísima
No obstante, persisten serias dudas acerca de la capacidad real de las fuerzas armadas de Afganistán. A pesar de haber recibido entrenamiento y equipamiento occidental durante 20 años, cada vez que han entrado en combate los soldados afganos han demostrado tener escasa efectividad y una moral bajísima.
Sin ir más lejos, esta semana se ha sabido que cerca de un millar de soldados afganos huyeron al vecino Tayikistán tras choques contra elementos talibanes en el norte del país. Los talibanes controlan ya diversos pasos fronterizos que pueden aprovechar para todo tipo de tráficos e infiltraciones.
A dos meses escasos de la retirada total de Occidente del país, Afganistán supone una clara derrota para todos los países que han contribuido a la intervención liderada por Estados Unidos.
La OTAN se va sin haber logrado estabilizar el país y con el mismo enemigo que combatió en 2001 de nuevo a las puertas de alcanzar el poder en Kabul.
Según ha podido saber el Wall Street Journal, los servicios de inteligencia norteamericanos estiman que Kabul podría caer en manos de los Talibanes en tan solo 6 meses a partir de la retirada de los Estados Unidos.
La historia nos enseña que en Afganistán nadie consigue mantener el poder durante mucho tiempo
Con todo, la historia nos enseña que en Afganistán nadie consigue mantener el poder durante mucho tiempo.
Tras la retirada soviética de 1989, el régimen socialista respaldado por Moscú se desmoronó en menos de dos años para dar paso a una década de caos, desgobierno y empobrecimiento.
Si siquiera los Talibanes consiguieron dominar todo el territorio afgano en los 90, ¿cómo una potencia extranjera pudo creerlo sinceramente posible?
Las razones merecen seguir siendo estudiadas con detalle para no caer en errores parecidos en el futuro, aunque 20 años después de la invasión de Afganistán parece imposible que Occidente se vuelva a aventurar en una intervención militar similar.