Preacuerdo ERC-PSC. Todo está en la nube

Preacuerdo ERC-PSC. Sí, todo está en la nube, y ese es el gran problema del acuerdo firmado.

Nace de unir en un texto dos procesos que tienen una escala temporal bien distinta: investir presidente de la Generalitat a Salvador Illa, que será un hecho inmediato de realización simple. Una votación la próxima semana en el Parlament, con un extenso y ambicioso acuerdo, que solo se puede realizar por procedimientos muy complejos y con el paso del tiempo; años!, con la particularidad, que a quien teóricamente vincula es al gobierno del estado, pero quien lo acordado es una federación del PSOE, porque esto es legalmente el PSC, que por no tener, ni siquiera tiene grupo propio en el Congreso de los Diputados.

A partir de ahí, lo que quieran. Tanto puede quedarse en nada por lo que respecta al aparte determinante, “Impulsar un sistema de financiación singular que avance hacia la plena soberanía fiscal, basado en la relación bilateral con el Estado y la recaudación, gestión y liquidación de todos los impuestos” como dice el texto, o significar un avance considerable del autogobierno.

De entrada lo que sí está claro es que Cataluña saldría del marco de afianzamiento de régimen común. Esto tiene muchísimas consecuencias nada fáciles de resolver. Una de ellas, es retrasar sine die la actualización del régimen de financiación para todas las demás autonomías hasta que todo se aclare.

La primera pieza del acuerdo debe hacerse efectivo en 2026 , y es el traspaso de la gestión de todo el IRPF. Ya han salido voces que aseguran que esto es inviable en ese plazo. No es la opinión de Guillem López Casasnovas , que en un artículo en La Vanguardia (un Concierto sin ser Insolidario) considera que la solución es que la Agencia Tributaria Estatal siga recaudando el IRPF, pero como agencia independiente no supeditada al Ministerio de ‘Hacienda y   bajo la dirección técnica de la Generalitat.

Este enfoque pragmático da una idea de la complejidad del resultado. En el mejor de los casos, dos agencias tributarias y una única autoridad, lo que se repetirá en otros campos. Es el caso de un traspaso ya pactado y que debe hacerse efectivo el próximo año, el de cercanías .

Y esto nos trae una cuestión poco tratada. El conjunto de traspasos pactados con ERC, y también con Junts, es de tanto alcance, si nos lo creemos, que requieren aprovechar la ocasión para diseñar una nueva administración autonómica, y de paso enmendar la obsolescencia y la anomía que sufre hoy la Generalitat. Es una cuestión vital, pero no se habla de ello.

En un orden de dificultad menor, pero no menos importante, es necesario que se haga una hoja de ruta con todos los compromisos -no solo los de ahora- y su horizonte y condiciones de cumplimiento. Si la oposición en el parlamento fuera sólida y responsable, sería una de las primeras cosas que reclamaría, en lugar de solamente declamar tragedias rebotadas por las esquinas.

¿Se rompería la solidaridad si el pacto se cumple?

Con lo escrito no es suficiente. Por ejemplo, los vascos son mucho más insolidarios que los navarros, a pesar de que la foralidad es común, pero es que el coeficiente vasco, el cupo, lo que aportan al Estado, es muy estrangulado y el navarro no tanto. En realidad dependerá de cómo se concrete, pero cómo debe reportar más dinero para Cataluña, esto es evidente, los efectos se harán sentir más o menos en las demás autonomías en función de cuánto aporte de más el gobierno del estado … , si bueno, como sus recursos no bajan del cielo, procederán de la recaudación del resto del país.

¿Puede surgir un Estado federal de todo esto? Difícilmente, y en todo caso asimétrico, como decía Maragall. ¿Pero es federal la asimetría?

A la hora de contemplar la situación, puede resultar útil entender todo el sistema de nacionalidades y regiones de las autonomías españolas, como un campo gravitatorio  que tiene un doble núcleo central; el del gobierno e instituciones del Estado, todo muy centralizado y la pujanza económica de la Comunidad de Madrid.

Este sistema da lugar a un fuerte desequilibrio: la fuerza gravitatoria del núcleo va atrayendo fragmentos de otros territorios, excepto-parcialmente- los más alejados o que tienen subnúcleos de un cierto peso específico.

Pero el campo gravitatorio tiene una segunda excepción, que es Catalunya , que con independencia de su situación política, por su peso en todos los órdenes, genera un subcampo de fuerzas. Si éstas no están bien alineadas con las líneas de fuerza del campo general, el resultado son distorsiones y fuertes perturbaciones.

Llevamos años viviendo en este segundo estadio, que no parece, pero afectar a la fortaleza económica de España , considerada globalmente, leas crecimiento del PIB, porque la inmigración masiva de mano de obra poco calificada y el turismo, actúan de tractor. Ahora bien, sí tiene efectos en lo esencial, los ingresos de las familias, su renta, cada vez más alejada de la europea.

¿El acuerdo actual alineará los campos o generará una mayor perturbación? En este caso, como siempre, también la respuesta positiva choca con un resultado logrado sin consenso, por otra parte, muy difícil. 

Desde el nuevo Estatuto de Autonomía impulsado por Pasqual Maragall, con el pecado mortal de la exclusión deliberada del PP, todos los acuerdos referidos a Catalunya han logrado solo con la mayoría, sea cual sea, del gobierno del PSOE, mientras el PP cada vez más escuálido en la presentación de su proyecto por España, ha convertido la pugna catalana en parte de su seña de identidad. Ya empezó con Rajoy con la campaña contra el Estatut catalán, sin considerar que Andalucía le copió literalmente en algunos de sus puntos más controvertidos.

Tenemos así dibujado el mapa de situación:

A/ Todo está en la nube. B/ Es un pacto de tiempo y procedimientos muy asimétricos totalmente favorable a Isla y Sánchez. C/ En el mejor de los casos de tan compleja aplicación que con una administración envejecida y poco eficaz como la de la Generalitat, el resultado puede ser una maraña y motivo de descrédito. D/ Es conflictivo en la medida en que se hacen acuerdos de estado sin el mínimo consenso suficiente.

Se puede hacer otro supuesto, Sánchez no cumple, es un riesgo claro

Ha tardado dos años en traspasar la gestión del Ingreso Mínimo Vital y, todavía, atención, solo está traspasada la ventanilla, pero la resolución y el dinero sigue en Madrid. Por cierto, éste puede ser otro problema, los traspasos gordianos,  como el famoso nudo de la leyenda, tan complejos de resolución que si bien hacen posible el discurso político de “ya tenemos la competencia” , quienes pagamos los platos rotos somos los ciudadanos a consecuencia de una gestión que empeora día a día. Sánchez pactó la inmigración con Puigdemont. Ha pasado el tiempo; ¿en qué consiste el traspaso, en qué se concreta? ¿Quién conoce el contenido concreto? Pues eso es lo que se llama un precedente.

Tendremos otra prueba en breve: el traspaso de cercanías. En diciembre de 2025 los sufridos usuarios pondrán la nota. En cualquier caso, la investidura de Illa es una especie de checo en blanco por la diacronía de los tiempos.

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