Se ha celebrado el congreso constituyente de Centrem y en el mes de junio se celebrará el de JxCat. Estas dos iniciativas enmarcan lo que en teoría es un gran espacio político en Cataluña, pero que en la práctica está políticamente subdimensionado. Ambos congresos y su desarrollo posterior dirán si nos encontramos ante una transformación o la simple continuidad del escenario actual.
El congreso de Centrem ha tenido un relieve mediático modesto, aunque las expectativas de su realización venían de lejos y su celebración, después de meses y meses de frustraciones, podía considerarse ya todo un éxito. Las ponencias que definían la organización y el proyecto político fueron aprobadas después de un largo debate y sitúan las bases de la cohesión de esa formación. El partido se define como de centro, liberal y progresista, es decir, utiliza tres adjetivos a la moda y señala, al menos culturalmente, que en Cataluña todo el mundo es progresista, nadie es de derechas, ni conservador, ni tradicional. Es un caso extraño en el contexto europeo.
Àngels Chacón fue elegida secretaria general, pero no por unanimidad porque al final se presentó una candidatura alternativa, la de Teresa Pitard, procedente de uno de los grupos que confluían en el proyecto, el de Convergents de Germà Gordó. Chacón logró el 77,7% de los votos y Pitard el 22,3%, la mayoría fue clara. En cifras absolutas, que ayudan a dimensionar el congreso, votaron un total de 197 personas, 153 por Chacón, 35 por Pitard, 8 en blanco y 1 nulo.
Donde sí hubo clara unanimidad fue en la elección del presidente en la persona de Lluís Font, que obtuvo el 94% de los votos. La nueva ejecutiva está integrada por personas procedentes de los diversos grupos originarios, La Lliga, Lliures, Convergents y el PDeCAT. Y destacan entre otros nombres el de Astrid Barrio, que será la secretaria de acción política, Sílvia Requena, Remei Gómez, Juan José Folchi, entre otros.
El gran interrogante es qué hará realmente el PDeCAT, que es con diferencia el mayor partido de los que se mueven en torno a esta nueva iniciativa de Centrem, porque su característica de integrar personas y no partidos deja las manos libres a éstos para continuar operando donde consideren conveniente. La prueba del nueve se verificará a partir de ahora y de cara a las municipales. ¿Cuáles y cuántas candidaturas de Centrem se forjarán?
El otro congreso es el de Junts. Un partido que claramente reúne a dos almas muy diferenciadas. La más directamente procedente de Convergència y que de cerca o más de lejos sigue siendo tutelada por convergentes importantes, como Artur Mas e incluso a más distancia el propio Jordi Pujol, y el alma teóricamente insurreccional de los independientes que se han ido añadiendo, aunque no todos ellos responden a esta característica, y que expresa en su grado máximo Laura Borràs.
La dimisión de Jordi Sánchez y la decisión de no presentarse de Puigdemont deja abierta y muy poco construida la nueva dirección política por la que pugnan precisamente esas dos almas. Una, representada por Jordi Turull, que encarna la continuidad convergente hasta donde ésta es posible. La otra, la de Laura Borràs.
En teoría, el hecho de que haya dos grandes cargos de liderazgo que estén libres abre la puerta a un acuerdo, uno en la secretaría, otro en la presidencia. El problema es que la presidencia en la configuración actual tiene escasas capacidades ejecutivas que se concentran en el secretariado general. Si Borràs, sobre la que sobrevuela una inhabilitación política, no asume la presidencia y persigue ganar la secretaría, cabe decir que tiene todos los números a favor, porque si buena parte de la máquina del partido es convergente, el militante mayoritariamente se ha creado en el clima del independentismo mágico que permite vivir en una realidad virtual de todo o nada y se concreta, en un apoyo fervoroso en Borràs.
En función de cómo se resuelva este congreso y gane en cohesión o la pierda, y deje muchos muertos y heridos políticos a sus espaldas, se determinarán buena parte de las expectativas de Centrem. Si el alma convergente queda muy menospreciada y tocada, el nuevo partido de Chacón tiene algunas posibilidades de cuajar.