Es espectacular el revuelo que ha provocado la entrevista en Telecinco de Rocío Carrasco y su extraordinaria repercusión política. Contrasta con la escasa atención de los medios de comunicación de Cataluña a otro asunto del 23 de marzo, por tanto coincidiendo con ese escándalo, que ha sido la condena por segunda vez del ex marido de Mónica Oltra, vicepresidenta de la Generalitat valenciana y consejera de Igualdad, por un delito continuado de abusos sexuales a una menor de edad. Es un hecho realmente escandaloso por las circunstancias que han rodeado al caso.
Todo arranca con la denuncia de abusos por parte de una menor tutelada en el ámbito de la Generalitat en febrero de 2017, señalando que había sido sometida a abusos sexuales por parte del ex marido de Oltra, que trabajaba como educador en el mencionado centro de menores del Niño Jesús de Valencia. El acusado tenía como práctica acudir a la habitación individual de la chica, que entonces tenía 15 años y que esto sucedía cuando había cometido alguna falta o había vuelto tarde al centro.
La denuncia formulada por la menor en su momento no fue atendida, y ésta no prosperó hasta dos meses más tarde, cuando la chica contó lo sucedido a dos agentes de la Policía Nacional que habían acudido al centro por otros motivos.
En 2019 Luís R., el ex marido, fue condenado a 5 años de prisión, pero la defensa recurrió porque se habían obviado informes exculpatorios durante el proceso. Estos informes habían sido encargados por la consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas, es decir, la que tiene como consejera a Oltra, y encargó un informe psicológico sobre la denunciante que concluía que, según los psicólogos la denuncia de la presunta agredida era poco creíble.
La consejería de Oltra dio «consignas» para tratar como «mentirosa» a la menor de quien abusó su marido
A la vista del recurso, el Tribunal Superior de Justicia valenciano anuló la sentencia y ordenó la repetición parcial del juicio con la misma composición del tribunal. Estas repeticiones que se pueden producir, pueden ser totales o parciales y pueden seguir con el mismo o con un nuevo tribunal en función de lo que considere la instancia superior en cuanto a la imparcialidad de los jueces.
El nuevo juicio se ha celebrado entre febrero y marzo, han participado nuevos testigos y la Audiencia le ha vuelto a condenar a la misma pena de prisión con el agravante de superioridad. Un aspecto llamativo de lo que dicen los jueces en su texto, es señalar la hostilidad con que fue tratada la menor, víctima de los abusos, por parte de las instancias oficiales de la Generalitat, y apunta un sesgo en todas las actuaciones de la consejería de Oltra contra la adolescente, señalándola como problemática, mentirosa y violenta, llegando a afirmar que » sólo las personas ajenas al ámbito de la consejería dotan de credibilidad el relato de la menor«.
Estamos ante un caso que tiene puntos de contacto con Rocío Carrasco, en el sentido de que la agredida es una mujer, pero a partir de aquí las diferencias son abismales. La primera y más importante es la escasa repercusión mediática, a pesar de que se trata de una chica y que hay una vinculación política clarísima con el gobierno de la Generalitat valenciana, y que en el caso de Carrasco la justicia tampoco dio razón a la presunta víctima y en la segunda sí. También debido a que es una menor de edad, lo que agrava la cuestión.
La pregunta necesaria es: ¿por qué en un caso se produce una reacción política en la que llega a intervenir la ministra de Igualdad, Irene Montero, la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra , y un largo etcétera de mujeres políticas, mientras en esta otra circunstancia plana el mayor de los silencios? Y un paso más: ¿si Mónica Oltra, en lugar de ser de Compromís y aliada de los socialistas hubiera sido del PP o Vox, esta falta de interés de los medios de comunicación de Cataluña, se habría producido en la misma medida? ¿Vivimos en Cataluña dentro de una burbuja informativa?
Mónica Oltra, su marido y Rocío Carrasco Share on X