Torra, que tiene sus días contados como presidente de la Generalitat, multiplica gestos irresponsables que perjudican gravemente los intereses de Cataluña. Si este periodo final se prolonga demasiado, las excentricidades políticas de esta persona acumularán consecuencias muy alarmantes que pagaremos todos.
La última ha sido recomendar a los catalanes no viajar a Madrid y declaró que establecerá controles en los ferrocarriles y aviones para controlar la temperatura de los viajeros procedentes de aquella comunidad.
Es evidente que Madrid está pasando por una situación extremadamente crítica, pero hay que recordar que no hace muchas semanas Barcelona y buena parte de Cataluña estaba en las mismas condiciones, y el gobierno regional de Madrid nunca formuló especial prevención. Hay que recordar además que, no hace tantos meses, cuando se pretendía recuperar parte del turismo, la Generalitat se gastó dinero desplegando una campaña para atraer a visitantes de otras partes de España. ¿Cómo, ahora, con un destino turístico dañado como es Barcelona y Cataluña, puede generar un discurso de rechazo que a quien perjudica sobre todo es a los mismos catalanes? Un político tiene que pensar en las consecuencias de sus actos y, más allá de sus manías, tiene que pensar en el bien común y mirar los acontecimientos con luces largas.
Cabe recordar que la caída de viajeros y pernoctaciones en Barcelona ha sido la más importante de toda España. La reducción en términos de media española ha sido del 65%, mientras que en Barcelona la caída de viajeros ha sido del 84,4% de, es decir, los ha perdido casi todos. Lo mismo ha sucedido con las pernoctaciones: la reducción española ha sido de un 73%, pero es que en Barcelona han disminuido un 87,5%.
Las consecuencias sobre la economía catalana de este hecho son muy considerables. En Barcelona, pieza clave, la reanudación de la actividad comercial es muy baja, se sitúa en el 58% en relación con los siete últimos días y en comparación al mismo período del año anterior. La de Madrid, a pesar de la intensidad de la crisis, es prácticamente la misma, el 59%. Para el conjunto de Cataluña sólo hemos recuperado el 77%. Pero si se observa la distribución por sectores, se puede observar que sólo el sector de la alimentación de proximidad, es decir, la pequeña tienda, se ha rehecho sobradamente. También el del bricolaje y menaje del hogar. La electrónica está casi totalmente recuperada, pero las gasolineras, que es un indicador de la actividad general, están situadas en el 53%, los hoteles sólo en un 21%, los restaurantes sólo en un 69%, y el resto de la actividad comercial en un 79%. Por lo tanto, estamos lejos de habernos recuperado de la caída y un factor decisivo en todo esto es el turismo y los viajes comerciales. Es evidente que actitudes como las de Torra lo que hacen es deteriorar aún más la difícil situación catalana.
Torra recomienda a los catalanes no viajar a Madrid y declara que establecerá controles de temperatura en los ferrocarriles y aviones Share on XMás información sobre el coronavirus en ESPECIAL CORONAVIRUS