La primera rareza de la encuesta es la escasez de la muestra, 800 entrevistas, que otorgan un margen de error de +/-3,46 . Este hecho tiene consecuencias sustanciales sobre los resultados, porque significa que cada porcentaje que nos da la encuesta en realidad puede moverse hacia arriba o hacia abajo en aquellos casi 3 puntos y medio. Un ejemplo lo permite ver.
Los socialistas alcanzan un 25,2%, pues esta cifra puede ser en realidad más de un 28%, pero también puede caer por debajo del 22% y verse superado por ERC. Al mismo tiempo, ERC puede reducir sus resultados y JxCat crecer hasta superarla o igualarla.
Situados en el otro extremo de los competidores electorales, el PDeCAT, que ahora obtiene un escaso 1,5%, ya con su presión de Centrem, y que queda claramente fuera del Parlamento, podría entrar sobradamente. Sin duda para llevar a cabo una encuesta son suficientes 800 entrevistas, todo depende de lo que se le solicite.
Si de ésta queremos conseguir resultados electorales y además traducirlos en escaños en unas circunscripciones de dimensión muy variable, sobre todo entre Barcelona y el resto, la cosa es difícil que funcione. El margen de error de la muestra que se ha aplicado a la circunscripción de Lleida, por ejemplo, es extraordinariamente grande y, por tanto, resulta improbable asignar correctamente los escaños a esta circunscripción, lo que también ocurre, aunque en menos intensidad, en Tarragona y Gerona.
El resultado final es una notable confusión. No está nada claro que lo que nos dice la encuesta responda realmente a la intención de voto, y menos que sea un predictor electoral. Porque aquí juega otro factor: la participación.
La encuesta señala una abstención que se sitúa en el 49%. Es brutal, y si a esa cifra se añaden los previsibles votos en blanco y nulos, está claro que iría a votar menos de la mitad del censo, porque aquellos votos aunque no se reflejan en los resultados de los partidos, se contabilizan como participación.
En realidad el titular de la encuesta debería ser “La abstención se impone por mayoría absoluta: alarma ciudadana”, porque este es el resultado más claro y sobrecogedor que nos proporciona este sondeo. Los catalanes no irán a votar de forma masiva, y aquí el margen de error tiene mucho menos interés porque las cifras extremas que puedan resultar de su aplicación no cambia el orden de magnitud: cerca de 1 de cada 2 catalanes no piensa acudir a la llamada de las urnas. Este hecho debería mover a seria preocupación a los partidos y a la sociedad civil porque un país en estas condiciones no puede ser gobernado, pero de momento no se manifiesta reacción ni alarma alguna. A los partidos les es indiferente, sobre todo a los primeros de la lista. Aunque sólo votaran 10 personas y ellos fueran los ganadores ya les iría bien.
Para dar una idea de lo que esto significa sólo hace falta ver la representatividad real que tendría el PSC, el ganador según la encuesta. Si traducimos su resultado sobre el total de los electores, nos encontraríamos con que el ganador lo es por poco más del 10% de los votos. ¿A qué representatividad política puede aspirarse en estas condiciones?
Una tercera rareza, que no es tanto de la misma encuesta como del país, es el dominio arrolladores de las izquierdas.
Los independentistas logran 43 escaños y ganan 1, las izquierdas españolas, ECP y PSC, llegan a los 45 escaños y ganan 4, y el bloque real de gobierno, el que corta el bacalao en Madrid y en Barcelona, socialistas, ERC y Comuns , llegan a los 74 escaños, es decir, el 58% de la cámara. Y si le añadimos la CUP, que se diferencia por definición de todos los demás, excepto cuando se trata de cuestiones vinculadas a la cultura de la progresía, el número de escaños se eleva hasta los 88, con 65%. No hay en toda Europa un caso similar.
Por su parte la derecha española mejora en 4 escaños, pero su magnitud agregada es muy pequeña, sólo 21 diputados del total de los que tiene el parlamento.
Los perdedores en este caso son claramente y de forma grande JxCat, que pierde 7 escaños y se sitúa a sólo 25 y, también, Cs que pierde la mitad de los que tenía y permanece con 3.