Hace poco más de un año, en octubre de 2018, Cáritas advertía de que 8,6 millones de personas se encontraban en situación de exclusión social en España, y de que casi la mitad de ellos eran pobres.
Ahora, un nuevo informe de la Fundación FOESSA y Cáritas muestra que esos niveles de exclusión social se mantienen en España y que la exclusión en Barcelona supera de largo la media catalana y española.
En ese informe, Canarias muestra las tasas de exclusión social más preocupantes, seguida de Barcelona, donde “1 de cada 4 personas (646.000) de la diócesis de Barcelona se encuentra en situación de exclusión social”, detalla Cáritas.
Cabe recordar que, también en octubre del año pasado, un estudio del Observatorio Social de “la Caixa” constataba que la vulnerabilidad y la pobreza se han asentado en España durante la última década.
“Comprender las situaciones de exclusión”
El Informe FOESSA, hecho público este jueves, 19 de diciembre, añade que “las grandes urbes concentran una mayor dureza de las situaciones de exclusión social que el conjunto de Cataluña o de España”
“Con el acompañamiento no nos basta: necesitamos comprender las dinámicas sociales que provocan las situaciones de exclusión”, considera el director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets.
“Nuestro modelo socioeconómico está dejando a personas, familias y menores atrás, y lejos de revertir esta situación la estamos naturalizando”, añade Busquets.
También afirma que la exclusión social en España no es inevitable, y que se necesita una respuesta conjunta por parte de la Administración. “Hacen falta consensos a largo plazo, sobre todo en materia de vivienda, y políticas transversales contra la desigualdad laboral, de género y de edad, que promuevan una oferta suficiente y de calidad de prestaciones y servicios”.
La situación es grave, sobre todo en Barcelona
Yendo a los detalles, Busquets advierte de que “la situación es grave”, y que Barcelona se sitúa por encima de la media catalana y española en niveles de exclusión social, como se puede observar en este gráfico, reproducido a partir del estudio.
El gráfico muestra que Canarias es la comunidad más afectada por la exclusión social: 15,7% de exclusión severa y 13,3% moderada; en total un 29,1% de exclusión.
A continuación, aparece la diócesis de Barcelona, con un 9,2% y un 14,9, respectivamente, es decir un total de 24,1% de exclusión social. Y le siguen Extremadura, Baleares y Comunidad Valenciana, todas ellas con más del 20% de exclusión global.
Cataluña también muestra porcentajes preocupantes: 9,6% de exclusión severa y 9,8% de moderada, con un total del 19,3% de exclusión, como se ve en el gráfico.
Todas estas comunidades, además, superan la media de exclusión en España, donde se detecta un 18,4% de exclusión (8,8% de severa y 9,6% de moderada).
La comunidad con mejores datos al respecto es La Rioja, con solo el 11,3% de exclusión (4,1% severa y 7,2% moderada).
El director de Cáritas detalla que municipios como Barcelona, L’Hospitalet, Cornellà o Santa Coloma concentran un mayor número de situaciones de exclusión, y que las dificultades para acceder a una vivienda, la precariedad laboral o la acogida de personas migrantes tienen una mayor incidencia.
Multidimensionalidad de la exclusión social
Por su parte, Miriam Feu, responsable de Análisis social e Incidencia de Cáritas Diocesana de Barcelona, ha centrado su discurso en la multidimensionalidad de la exclusión social, un concepto que va más allá de la pobreza económica.
Feu ha destacado que 1 de cada 3 personas (cerca de un millón de personas) tienen dificultades para acceder o mantener una vivienda digna, lo que se añade a la precariedad laboral que está creando nuestro mercado de trabajo (donde 1 de cada 3 contratos duran 7 días o menos).
Además, un 4% de la población (100.000 personas) vive en hogares sin una alimentación básica y el 13% de la población (352.000 personas) han dejado de comprar medicamentos y seguir tratamientos por problemas económicos, cita el comunicado de Cáritas.
La acumulación de estas problemáticas, junto con el aislamiento social y la falta de una red o comunidad de referencia, hace que las personas acaben cayendo en la espiral de la exclusión social y se vayan quedando fuera de nuestra sociedad, agrega.
El efecto sobre los niños
Feu ha advertido que la exclusión social de los niños se sitúa en el 27%, y que las mujeres, las familias numerosas y las familias monoparentales son las que tienen un mayor riesgo de caer en la exclusión social en España.
“Las dificultades económicas severas durante la infancia dejan una marca profunda, y sufrir estas dificultades puede multiplicar por dos la probabilidad de caer en la pobreza o la exclusión en la etapa adulta”, ha citado Feu.
La responsable de Cáritas Barcelona ha recordado que vivimos en una sociedad cada vez más desligada y desvinculada, y que, si bien la renta media en Cataluña ha aumentado un 2% en los diez últimos años, la renta de las personas con menos recursos ha caído un 9%.
9 conclusiones del resumen ejecutivo
En el “resumen ejecutivo” del informe, Cáritas detalla nueve conclusiones derivadas del estudio, que reproducimos a continuación de forma resumida.
1. Diócesis de Barcelona y Cataluña: un territorio económica y demográficamente dinámico, con tasas reducidas de pobreza monetaria y un gasto social elevado
Cuenta con unas tasas de envejecimiento algo superiores a las del conjunto de Cataluña, una elevada capacidad de atracción de población inmigrante y una tasa global de fecundidad ligeramente inferior a la media catalana.
Elevado PIB per cápita de la ciudad de Barcelona, superior al de Cataluña, con tasas de pobreza monetaria más bajas.
El índice de paro en la ciudad de Barcelona es más bajo que en el conjunto de Cataluña.
2. Tasas de desigualdad algo más altas en el área metropolitana de Barcelona que en Cataluña.
Al igual que en el conjunto del país, en Cataluña ha crecido durante esta etapa la distancia que separa al 20% más rico de la población del 20% más pobre, aunque esa distancia es más reducida en Cataluña que en el conjunto del Estado.
3. El 24,1% de la población –22,4% de los hogares– de la diócesis de Barcelona están en situación de exclusión social.
En 2018 el 41% de la población de la diócesis de Barcelona se encuentra en una situación de integración plena, el 34,9% en una situación de integración precaria, el 14,9% en una situación de exclusión moderada y el 9,2% en una situación de exclusión severa.
En conjunto, las personas en situación de exclusión social representan el 24,1% de la población de la diócesis de Barcelona, lo que implica que casi una de cada cuatro personas –algo menos de 650.000 personas– está en una situación de exclusión, ya sea moderada o severa.
En lo que se refiere al número de hogares afectados, la fotografía es muy similar entre Cataluña y la diócesis de Barcelona. Las diferencias son mínimas, si bien destaca en el caso de los hogares una incidencia algo menor de la exclusión (el 22,4%) frente al conjunto de la población (el 24,1%).
Uno de los factores que más está influyendo en esta diferencia entre las tasas de hogares y de personas en relación con el eje integración-exclusión tiene que ver con el tamaño del hogar, dado que, comparativamente, en el conjunto de Cataluña pesan más los hogares unipersonales, mientras que en la diócesis de Barcelona tienen mayor representación los hogares con menores.
4. Tasas de exclusión social superiores a las de Cataluña y al conjunto de España, debido al mayor peso de la población en situación de exclusión moderada.
La situación actual en la diócesis de Barcelona, en términos comparados, es más desfavorable que la que se observa en el conjunto de Cataluña, España y la mayoría de las comunidades autónomas.
5. Las situaciones de exclusión en el eje político y de ciudadanía afectan al 48,2% de la población y las derivadas del eje económico al 22,8%.
En la diócesis de Barcelona, el 22,8% de la población está afectada por una situación de exclusión en el eje económico, el 48,2% en el eje político y de ciudadanía, y el 15,1% en el eje social y relacional.
6. La vivienda, el empleo, la política y la salud son las dimensiones que en mayor medida generan situaciones de exclusión social.
La dimensión que genera situaciones problemáticas a un mayor porcentaje de la sociedad en la diócesis de Barcelona es la relativa a la vivienda, con un 36,3% de la población afectada por dificultades en este eje.
En el caso del empleo, el porcentaje de población afectada es del 20,7%, en el caso de la política del 19,3% y en el de la salud del 18,8%.
Si se compara el impacto de estas situaciones en la diócesis de Barcelona y el conjunto de la población catalana, se puede observar que la primera presenta tasas de exclusión más elevadas que Cataluña en seis de las ocho dimensiones, salvo en la exclusión de la educación y del aislamiento social.
7. El riesgo de exclusión social es más elevado entre los hogares sustentados por personas de 45-64 años, mujeres, inmigrantes y personas desempleadas, así como entre los hogares compuestos por familias numerosas y monoparentales.
Los hogares que registran tasas de exclusión más elevadas son aquellos cuya persona sustentadora principal tiene entre 45 y 64 años (con una prevalencia de la exclusión social del 28,3%), es mujer (27,3%) carece de estudios completos (34,2%) o es de nacionalidad de algún país extracomunitario (51,1%).
La prevalencia más elevada de las situaciones de exclusión (80,8%) corresponde, en cualquier caso, a los hogares sustentados principalmente por una persona que busca empleo.
Los índices de exclusión más altos se dan, lógicamente, en los hogares en situación de pobreza.
La incidencia de las situaciones de exclusión en estos grupos pone de manifiesto que las familias numerosas y las familias monoparentales siguen siendo los grupos más expuestos al riesgo de exclusión, con tasas del 41,2% y del 35,7%, respectivamente.
8. El perfil mayoritario de la exclusión en la diócesis de Barcelona: hogares no pobres, sin menores a cargo, sustentados por personas empleadas, de mediana edad y de nacionalidad española.
El 43,3% de los hogares en situación de exclusión tiene como persona sustentadora principal a alguien de entre 45 y 64 años, el 57,2% a un hombre, el 36,6% a una persona con estudios de Bachiller, BUP o FP, el 56,6% a una persona empleada y el 71,2% a una persona de nacionalidad española.
9. Reducida tasa de solicitud de prestaciones de garantía de ingresos, valoración más positiva de los Servicios Sociales públicos y mayor propensión a su uso, además de una mayor disposición al incremento de la presión fiscal para la mejora de las prestaciones sociales.
En cuanto a la utilización que la ciudadanía de la diócesis de Barcelona hace de los diferentes servicios públicos relacionados con el bienestar social, cabe destacar, por una parte, la muy escasa tasa de solicitud de rentas mínimas de inserción muy inferior a la de por sí baja cobertura de este tipo de prestaciones en el conjunto de Cataluña y España.
En lo que se refiere al acceso de la ciudadanía a los Servicios Sociales, el 15% de la población de la diócesis de Barcelona ha acudido en el último año a los Servicios Sociales públicos, el 6,1% a los servicios sociales que gestiona Cáritas en Cataluña y el 4,1% a servicios prestados por otras entidades privadas de iniciativa social en esa comunidad.
Una parte ampliamente mayoritaria de la sociedad de la diócesis de Barcelona –el 82,9%– considera que hay que destinar a los Servicios Sociales más dinero público que en la actualidad. El 14,7% opina que se debe destinar la misma cantidad y el 2,4% que se debe reducir dicho gasto.
De forma similar, el 80,3% de la población optaría por tener más prestaciones y servicios sociales, pagando más impuestos, mientras que el 19,7% sería partidaria de menos prestaciones y menos impuestos.