Situémonos. Debate en comisión sobre una propuesta de Vox que trata de la tradición, la religión, el día del padre… La diputada de JxCat, Aurora Madaula, habrá visto en este texto una ocasión de demostrar su progresismo y conocimientos como historiadora, pero lo hace de una forma asombrosa.
La más pequeña de las sorpresas es que aborda para criticar la propuesta de Vox, no su contenido, que es lo que en definitiva cuenta porque es el que tiene valor prescriptivo, sino que se encaterina con la exposición de motivos que como es sabido sirve para explicar la intención del proponente, pero que no tiene consecuencia normativa alguna.
Y entonces se produce algo sorprendente para una organización que defiende la independencia de Catalunya porque existe la nación catalana. Arremete contra la tradición. Afirma que son inventadas y se queda tan tranquila. Y lo que es mejor, utiliza como cita de autoridad al historiador Eric Hobsbawm, realmente muy conocido, muy interesante, excepto cuando se dedica a adoctrinarnos desde la perspectiva comunista.
Porque Hobsbawm se afilió al Partido Comunista Británico, fue miembro del grupo de Historiadores del Partido Comunista de Gran Bretaña y en 1956, cuando se produce la invasión soviética de Hungría que da lugar a toda Europa a una desbandada de intelectuales que militaban en el comunismo, Hobsbawm no lo hace. Se mantiene en su fidelidad política.
Después ha trabajado durante la década de los 80 en el Marxims Today. Tiene una serie de libros excelentes como la serie la “Era de la revolución”, “La era del capital” y “La era del imperio”.
Pero también tiene textos donde la historia es leída desde las posiciones ideológicas del autor. Y uno de estos capítulos es precisamente lo que afecta a la tradición. Lo hace con dos obras de las que Aurora Madaula sólo cita una. Lo hace en “La invención de la tradición” que escribió en 1983 y que ha sido editado en castellano muy tarde, en 2002, y lo hace, y a éste no hace referencia Madaula, a “Naciones y nacionalismo 1780”.
Las tesis de nuestro historiador están centradas en las tradiciones aplicadas a cuestionar lo nacional
Su tesis es que las tradiciones son inventadas por las élites nacionales para su beneficio y para justificar la importancia de sus territorios. Afirma que es un fenómeno construido y contingente y cuestiona las identidades nacionales, que considera en gran medida inventadas y fabricadas. Y que las tradiciones y la cultura nacional se crean y reinventan para apoyar los objetivos políticos. Como puede verse, las tesis de nuestro historiador están centradas en las tradiciones aplicadas a cuestionar lo nacional.
Pero claro, Madaula no se refiere a ello en su respuesta a Vox, sino que utiliza al historiador para cuestionar el mismo sentido de la tradición, algo que con propiedad Hobsbawm no aborda, no trata tanto de las tradiciones in genere como de las tradiciones utilizadas políticamente y de forma más especifica nacionalmente.
Madaula utiliza un ejemplo aplicando las tesis de Hobsbawm no demasiado afortunado, el de la Patum y el Corpus diciendo que en realidad se inventaron para apropiarse de la tradición del solsticio de invierno.
Estos aspectos del debate con Vox tienen un interés político muy limitado, pero lo importante son los dos graves errores que comete la diputada de Junts.
El primero es confundir las tradiciones, la Patum, con la tradición. Las tradiciones están muy vinculadas a las costumbres y nacen y mueren a lo largo del tiempo. La tradición es otra cuestión muy distinta. Significa el legado que una generación de una comunidad deja a la siguiente. No es un invento. Es lo que su nombre indica, un legado que no es inmutable, pero tampoco es de plastilina porque cuando desaparece significa la desintegración de la comunidad que vertebraba.
Es el caso de la crisis de identidad de las relaciones polinésicas colonizadas por occidente y su posterior desintegración cultural y nacional, por poner un ejemplo. O es el caso de Occitania. ¿Cómo cambian la tradición de una comunidad y qué es lo que no puede cambiar sin pagar sus consecuencias?
McIntyre lo explica en términos muy concretos. Toda tradición está sometida a dos dinámicas adaptativas.
Una es la competencia con otras tradiciones rivales. Sería el caso de la interpretación de la realidad catalana o desde alguna de las tradiciones españolas, que mayoritariamente niegan esa realidad nacional.
Para Cataluña, el acuerdo fundamental es el hecho nacional que nace de la tradición.
Y el otro factor adaptativo es el debate en el seno de la misma tradición. Los límites son lo que McIntyre denomina acuerdos fundamentales, que constituye todo lo que haga esa comunidad una realidad y no otra que forma parte de su naturaleza. Por ejemplo, para la Iglesia católica la tradición señala la primacía del Papa sobre los demás obispos o que Jesucristo es Dios que se hace presente en la historia humana. Para Cataluña, el acuerdo fundamental es el hecho nacional que nace de la tradición.
Y éste es el segundo error y políticamente el más grave de la diputada de JxCat, al confundir tradición con tradiciones y al negar ésta, utilizando como referencia a Hobsbawm, lo que hace es negar los fundamentos que permiten a políticos catalanes afirmar que Catalunya es una nación, que sus derechos son previos a los de la Constitución y que deben ser reconocidos. Una nación lo es por tradición o por Constitución, o por ambas cosas a la vez. Aunque este hecho genere conflictos en ocasiones. Y el caso de España es uno de ellos.
Si se niega la tradición, no existe nación catalana y ésta sólo puede existir si dispone de una constitución propia. Y como ésta no existe, el hecho nacional se desvanece. Y con él lo cultural y lo lingüístico. Desaparecen los derechos históricos, la importancia del derecho consuetudinario catalán porque parte precisamente de la tradición.
Más destrozos contra el hecho nacional catalán que el argumento de Madaula es difícil encontrarlos. Son propias de partidos como Cs y también del PP. Y no digamos ya de Vox que asume en una contradicción insalvable con su vocación de defender la tradición a nivel español, los principios provinciales nacidos de las Cortes de Cádiz, que es todo lo contrario de una visión de España desde la perspectiva de la tradición.
Para acabar de rematarlo, pero eso ya forma parte de otro orden de cosas, Madaula se cargó a la familia natural y de paso aprovechó para cargar sobre el Catolicismo. Pero ésta no es ahora la cuestión.
La cuestión es cómo es posible que un partido sea capaz de negar el fundamento de la tradición que configura la nación catalana. Con partidos con diputados como Aurora Madaula es muy difícil pensar que el futuro de Catalunya vaya a mejorar.
Ahora JxCat se carga la tradición por boca de la diputada Aurora Madaula Share on X