Jaume Giró, periodista de profesión, si bien ha realizado la mayor parte de su carrera profesional en el ámbito financiero, culminó su trayectoria en el período que dirigió la Fundación la Caixa. En ese tiempo desarrolló un extraordinario sistema de relaciones a derecha e izquierda, si bien con especial atención hacia personas y entidades del mundo independentista, y en especial El Nacional, del anterior director de La Vanguardia, Josep Antich.
También ha mantenido siempre una estrecha relación con Artur Mas. Con la separación de la Fundación, al ser sustituido por el actual director, Antoni Vila, por iniciativa de Isidre Fainé, le llevó a abrir una empresa privada de consultoría que ha sido un paso previo para saltar a la política de la mano de JxCat y ocupando la cartera de economía y finanzas, un cargo sin duda con peso político.
Pero su vocación y voluntad de poder van más allá y no se descarta como una figura que pueda acabar aspirando al máximo cargo político de Catalunya. En esta trayectoria, un paso necesario es la reconfiguración de la importante prensa escrita y digital que se edita en nuestro país. La posición de Giró en este sentido es privilegiada porque su departamento es el que decide la distribución de la publicidad institucional, que constituye una destacada vía de ingreso para todos los medios catalanes.
Giró ha operado reduciendo las partidas dirigidas al buque insignia de la prensa catalana, La Vanguardia, mientras que ha aumentado notablemente los recursos en el diario Ara, que vive una situación financiera difícil. Desde el punto de vista de la eficacia publicitaria, este trasvase de recursos no tiene sentido, porque evidentemente La Vanguardia tiene un número de lectores mucho mayor, pero no es ésta la finalidad de la publicidad institucional, sino que se trata de un instrumento de orientación política.
Según ha sido publicado, este reforzamiento de los ingresos del Ara sería el primer paso para que después El Nacional de Josep Antich estuviera en condiciones de poder absorberlo sin que constituyera un lastre. De este modo el conglomerado Ara-El Nacional, con Antich al frente, anterior director y actualmente acérrimo adversario del grupo Godó y La Vanguardia, sería el encargado de construir este polo mediático alternativo que constituiría la base de las aspiraciones políticas de Jaume Giró. Este hecho se ve propiciado por el largo entendimiento entre estas dos personas de los tiempos en los que Giró dirigía la Fundació la Caixa.