La expresión italiana «il dolce far niente» se traduce como «el placer de no hacer nada». Unos días al año, tenemos la posibilidad de probar este placer, pero resulta que a menudo los desperdiciamos, llenándolos con un ritmo frenético por el ansia de ir de aquí para allá, para ver cuantas más cosas mejor, y al final perdemos la oportunidad de favorecer nuestra salud física y mental, con cierto tiempo de calma, de tranquilidad, de descanso, de silencio.
Es un tiempo que nos invita a la paz interior y la contemplación. Es el momento de no hacer nada, de relajar nuestra mente, y abrirnos de par en par a la contemplación de esta Tierra en la que vivimos, y de ser capaces de ver que estamos en una singularidad del universo. Y desde el silencio, observar a este mundo con todo lo que se cría, y mirarlo con el respeto que merece.
Celebro que un espacio grande que hay en el Montseny, con el nombre de «Pla de la Calma», se haya cerrado al tráfico de coches, con una cadena en la entrada y otra en la salida. Ahora sólo se puede ir a pie o en bici, y la calma ha vuelto a ese lugar.
Es necesario encontrar una forma de vida viable y satisfactoria, no basada en la explotación de recursos, sino en el respeto que merece la Tierra. Es necesario un cambio en la forma de vivir que nos lleve a adoptar nuevos estilos de vida, más inspirados en la medida y la austeridad, que en el consumismo alocado.
También necesitamos una nueva visión de la Naturaleza adecuada a nuestro tiempo. La visión de la naturaleza, como espacio de explotación de recursos, nos ha llevado al desastre. El ser humano tiene derecho a buscar en la tierra su sustento, pero nunca debe actuar de forma agresiva y destructiva. Hay que respetar el orden, la belleza, y la utilidad de todos los seres vivos, y también es necesario autoexaminarse de si somos respetuosos o agresivos con la Naturaleza. Por eso es tan importante encontrar momentos de calma y reflexión para realizar un examen de conciencia y ver cuál es nuestra actitud. Ella nos lo da todo. Es necesario que le amemos y la respetemos.