Si durante el primer mandato de Donald J. Trump, su exigencia de que todos los miembros de la Alianza Atlántica destinaran al menos el 2% de su PIB en defensa ya provocó temor, ahora el presidente electo habría hablado de dispararla hasta el 5%.
La información proviene de contactos mantenidos entre el equipo de Trump y funcionarios europeos, durante los cuales la futura administración republicana estadounidense también aclaró que mantendría el apoyo militar a Ucrania.
De confirmarse, este último punto aportaría cierta tranquilidad a las capitales europeas, que temían tener que asumir sin Washington todo el peso de la ayuda militar a Kiev. Se calcula que Estados Unidos aporta actualmente la mitad de todos los fondos destinados a fines militares para Ucrania.
Sin embargo, el dato del 5% llama la atención por su ambición desmedida: para hacerse una idea, el país de la OTAN que más gasto (en relación a su Producto Interior Bruto) dedica, Polonia, apenas sobrepasará el 4% en 2024 según las proyecciones de la propia OTAN.
Por lo que respecta a Estados Unidos, en términos de PIB tan sólo llegan en tercera posición del ranking por detrás de Polonia y Estonia, con un 3,38%.
Según las mismas fuentes, actualmente 23 de los 32 países que conforman la Alianza satisfarían el compromiso de destinar el 2% de su riqueza anual a la defensa en 2024.
En cuanto a los países de la Unión Europea, según la Agencia Europea de Defensa (AED), este año los 27 Estados miembros se situarán en el 1,9% de gasto combinado.
Así pues, la UE en particular todavía no ha regularizado su situación hacia la OTAN a pesar de acumular ya dos años de gasto militar en niveles de recuerdo histórico (2023 y 2024).
Según los datos de la OTAN, el peor de todos los alumnos, tanto de la UE como de la propia Alianza, no es otro que España, que apenas superará el 1,25% este año y que ha estado desde la crisis financiera el país europeo que menos ha gastado en defensa, sólo por debajo del pequeñísimo Luxemburgo.
Las fuentes consultadas por Financial Times afirman que Trump firmaría un compromiso para alcanzar un menos ambicioso 3,5%, y que planea vincular niveles de gasto elevados con condiciones comerciales más favorables con Estados Unidos.
Los diplomáticos implicados en la preparación de la cumbre de la OTAN en La Haya, prevista en junio de 2025, confirman que se está ya discutiendo de un 3% o incluso más. Numerosos gobiernos europeos están inquietos por las cifras que se rumorean en un contexto de degradación económica profunda del Viejo Continente, asociado además a unos costes del endeudamiento más altos que en los últimos años.