¿Una hebra de esperanza o simple sobrerreacción a los anuncios del nuevo gobierno alemán de “crecimiento mediante endeudamiento”?
Dos institutos de investigación económica alemanes han revisado sus estimaciones de crecimiento de la economía más importante de Europa, y por primera vez en los últimos tiempos, lo han hecho al alza.
Según Stephan Kooths, el jefe de previsiones del Instituto de Kiel para la Economía Mundial o IfW por su acrónimo alemán,» la caída parece haber tocado fondo». Y señala que después de dos años muy duros, tanto el consumo de los hogares como la inversión de las empresas están empezando a remontar.
Así pues, el IfW mejora su previsión de crecimiento desde el cero hasta el 0,3 % este año, y del 1,5 al 1,6 % el próximo año.
Por su parte, el Instituto ifo ha pronosticado para 2026 un crecimiento siete décimas superior a la última estimación, pasando del 0,8% al 1,6%.
Ambas instituciones coinciden en afirmar que la mejora de crecimiento económico de Alemania se basa principalmente en los anuncios de estímulos del nuevo canciller democristiano Friedrich Merz, y en menor medida a la esperanza de que se produzca un acuerdo comercial con Estados Unidos de Donald Trump.
Alemania es de lejos el principal exportador europeo a Estados Unidos, con intercambios por valor de 158.000 millones de euros en el 2023, muy por delante de la segunda potencia exportadora, Italia (67.300 millones).
Los informes del ifo reposan sobre la suposición de unos paquetes públicos de estímulo económico por un valor de 10.000 millones de euros este año y de 57.000 millones en el 2026.
Esta inyección masiva de liquidez se prevé especialmente importante en una economía que parece paralizada por los sucesivos choques (Covid, guerra de Ucrania, crisis inaudita del automóvil), anticuada, incapaz de innovar y con la productividad estancada.
En un contexto económico internacional marcado por los aranceles de Estados Unidos, se sospecha que el dato de crecimiento mejor del esperado del primer trimestre (0,4 %) del año se debe principalmente a una carrera exportadora a Estados Unidos antes de que los aranceles entren en vigor.
El problema es que si las negociaciones con Estados Unidos fracasan, el impacto negativo de la guerra comercial podría neutralizar o incluso revertir las medidas de gasto de Merz, dejando a Alemania endeudada y sin siquiera una mejora a corto plazo.
Con todo, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se ha sumado a la ola de optimismo, con una previsión de crecimiento de un 0,4 en 2025 y un 1,2 % el próximo año.
La cuestión clave, que la propia OCDE ha recordado en su último informe sobre Alemania, es que solo con dinero no se pueden resolver todos los problemas de un país. Peor aún si ese dinero proviene del endeudamiento, como ya hemos apuntado en varias ocasiones. La organización con sede en París se suma también a las voces críticas con Berlín, que le piden que efectúe reformas estructurales.
Si las negociaciones con EUA fracasan, el impacto negativo de la guerra comercial podría neutralizar o incluso revertir las medidas de gasto de Merz, dejando a Alemania endeudada y sin siquiera una mejora a corto plazo Compartir en X