Guerra de Ucrania, día 54: la ofensiva rusa en el Donbass tiene resultados muy inciertos

Los medios de comunicación generalistas de prácticamente toda España dan fe hoy del inicio de la ofensiva rusa en el este de Ucrania con el fin de conquistar al menos el Donbass e, incluso, más territorio. Pero los análisis de fuentes militares señalan que es dudoso que, de no cambiar mucho las cosas, la ofensiva rusa obtenga resultados.

La información sobre la guerra de Ucrania que publican los medios de comunicación españoles está muy centrada en los bombardeos en las ciudades y lo que podríamos calificar de “historias humanas”, pero aportan muy poca información de las actuaciones del ejército de Ucrania. De esta forma hace imposible que el lector tenga una idea exacta de lo que está sucediendo. Porque la realidad es que el ejército ucraniano con las importantes aportaciones de material militar que le llega de EEUU y de Europa está llevando a cabo contraofensivas locales de tipo táctico, pero que en más de un caso tienen resultados estratégicos y desbaratan las acciones rusas. Es lo que ocurrió en el pretendido círculo de Kiev, que acabó con el riesgo de embudo de los atacantes por parte de las fuerzas ucranianas, lo que contribuyó a la retirada y reagrupamiento del ejército ruso.

Los analistas militares señalan que la actual ofensiva rusa puede perseguir dos objetivos. Uno ambicioso, sería el paro del ejército ucraniano con un ataque combinado desde el norte y el sur contra Dnipró junto con la ofensiva desde las posiciones rusas del este del país. Esta operación dejaría a esta parte del país en manos rusas y causaría un destrozo importante del ejército defensor.

La otra operación, más modesta, sería el mismo ataque, pero mucho más al este, desde el saliente de Izium y desde Mariúpolo sobre la ciudad de Pokrovsk junto a la presión desde las líneas bien asentadas de la zona rusa del Donbass, que aquí tendría un territorio mucho más reducido para unirse a las fuerzas que desde el norte y el sur convergerían sobre la ciudad de Pokrovsk. En ese caso, la ambición territorial sería mucho más limitada porque se trataría de controlar solo todo el Donbass.

El resultado sería mucho menor, pero Putin podría exhibir la victoria sobre el objetivo, que siempre ha declarado, de garantizar la independencia de estos territorios de habla rusa.

Pero visto cómo se están desarrollando las operaciones, parece dudoso que ninguno de los objetivos puedan alcanzarse con los actuales recursos rusos desplegados. En el frente del norte al saliente de Izium, las tropas ucranianas han desplegado una serie de ataques tácticos que, al menos, entorpecen las operaciones y que, como máximo, pueden poner en peligro la misma posición rusa avanzada. Por otra parte, los ataques desde el sur, aun considerando la liberación de tropas hasta ahora destinadas a Mariúpol, no parecen suficientes para superar un territorio muy adverso. Desde la línea del río Dnieper se producen contraataques ucranianos y hay noticias de intervenciones de fuerzas partisanas. Todo esto hace muy difícil el progreso del ejército ruso desde el sur. Desde el este, la línea más sólida, los invasores deben avanzar por una zona muy fortificada que dificulta el avance.

En resumen, los analistas militares consideran que, si bien los objetivos de Rusia son los dos citados, el más ambicioso y el más modesto, no les parece nada claro que puedan acumular el suficiente margen de maniobra para romper las líneas ucranianas en todos los puntos y asentar el control del territorio fronterizo.

En definitiva, no está nada claro que Rusia pueda asumir con esta nueva operación iniciada, los objetivos militares que necesita para negociar desde una posición de fuerza con Kiev, y en contra de lo que pueda parecer, esta no es una buena noticia, porque esto significa que Putin tendrá que aumentar la escala del conflicto y promover una movilización de sus recursos militares mucho más allá de lo previsto. Porque, cabe recordar, que de momento Rusia está haciendo la guerra con tropas de reemplazo, cada vez menos tropas profesionales, en el sentido que han firmado contratos de compromiso y mercenarios. Pero en ningún momento ha habido una movilización de levas. En este sentido, existe una gran diferencia entre el ejército ruso y el estadounidense, que se fundamenta en soldados profesionales. Si Rusia debe acabar asumiendo que está inmersa en una guerra y no, como pretende hasta ahora, en una simple operación militar de intervención, la dimensión del conflicto será otra y eso es una mala noticia para conseguir que se detenga la guerra y que se restablezca una cierta normalidad, también en el plano económico.

También, en contra de lo que se puede pensar, al estallar el conflicto, es terriblemente negativo para la propia Ucrania porque con su heroica resistencia y la alimentación armamentística de occidente, lo que está consiguiendo es una destrucción masiva del paísEn ese momento el Fondo Monetario Internacional calcula que rehacer lo que ha quedado dañado significa un coste de 500.000 millones de dólares. Sería bueno que Europa y EEUU se plantearan esta cuestión y que el propio presidente y gobierno ucraniano la tuviera presente. ¿Cuáles son los compromisos para el día siguiente de que la guerra finalice? y ¿Qué está dispuesta a pagar Europa, además de los costes actuales, para la reconstrucción de Ucrania?

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