El confinamiento, el temor ante el futuro, la amenaza a las empresas y a nuestros trabajos, no deben hacernos olvidar, en la medida de lo posible, que la realidad es más compleja y amplia que todo eso y que sigue ahí con independencia de nuestras sensaciones.
Vaya la reflexión anterior por delante antes de introducir un tema importante: el de los presupuestos de la Generalitat, aprobados en el pacto de las fuerzas de Gobierno con los Comunes. Aún hace pocos días, Esquerra Republicana presionaba para aprobar los presupuestos. La razón fundamental de su prisa era la de poder afrontar el Covid-19. Pero, precisamente a causa de esta razón hay que decir que tal cosa sería absolutamente contraproducente, porque lo que se ha pactado en nada contempla la situación actual. Son unos presupuestos irreales. La falta de medidas adecuadas y la tardanza en actuar, la saturación de los servicios hospitalarios, la insuficiencia de la atención domiciliaria, los despidos temporales y definitivos, el cierre que sin duda se producirá de muchas empresas, el hundimiento de la temporada turística.
Todo esto requiere un nuevo presupuesto y ha de ser hecho, además, con diligencia, integrando las nuevas medidas que el Gobierno español tiene la obligación de definir, cosa que a día de hoy martes 17, todavía no ha hecho. Asimismo, ha de contemplar las políticas de ayuda que va estableciendo la Unión Europea.
Por una vez, el Gobierno de Cataluña debe esforzarse y estar altura de la situación. Debe elaborar un verdadero presupuesto de guerra. Para ello no le queda otro remedio que aplicar la metodología del “Presupuesto base 0” simplificado, eso sí, porque no hay tiempo para una planificación. Su ventaja radica en que mientras que el presupuesto base cero analiza todos los gastos, incluidos los ya existentes, el resto de los sistemas realiza un análisis solo de las nuevas decisiones de gasto. De esta manera puede eliminar aquellos que, sin estar comprometidos de antemano, como los salarios de los funcionarios, no tiene tanto sentido en una emergencia, concentrando así los recursos en aquello que resulta imprescindible. Es idóneo para revisar todo el gran monto de las subvenciones, por ejemplo. Justo después de su inmediata realización, debe prepararse con más detenimiento y ya contando con la posibilidad de una planificación más detenida, el presupuesto base 0 para el año 2021.
Por una vez, el Gobierno de Cataluña debe esforzarse y estar altura de la situación. Debe elaborar un verdadero presupuesto de guerra. Para ello no le queda otro remedio que aplicar la metodología del “Presupuesto base 0” … Share on XLa aprobación del nuevo presupuesto de urgencia puede aprovecharse para constituir en el Parlamento una ponencia única y elaborarlo de manera consensual porque en realidad todo va a girar en torno a 3 grandes ejes: la salud, la situación económica y la solidaridad con los más débiles y afectados por esta nueva crisis. Es la gran ocasión para que los partidos catalanes muestren su capacidad de superar sus diferencias partidistas debido al bien común. Ahora, a causa del coronavirus este acuerdo pedagógico es más fácil que nunca.
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