Cataluña rueda pendiente abajo, encabezada por Barcelona. Y no son sólo una multitud de opiniones subjetivas, sino datos y más datos, sin que nada lo altere.
¿Qué nos pasa? ¿Dónde paran los impulsos renovadores, regeneradores, las ganas de excelencia de otras épocas? ¿Ya hemos lanzado la toalla?
¿Donde está el esfuerzo para reconstruirnos de los años 50, la creatividad de los sesenta, el impulso e ilusión de la transición, de la Generalitat recobrada, de la sensación de que otros, más o menos, pero todos, hasta crear un ambiente un clima, estábamos rehaciendo Cataluña del último cuarto del siglo pasado?
¿Dónde ha quedado el empuje de los JJOO del 92, el rehacer la ciudad de Barcelona y su peso político y económico, la fuerza de la industria, el fermento positivo que surgía de la Iglesia sobre la sociedad? Ahora vive enclaustrada haciendo, eso sí, de gran ONG. Pero sólo con eso no se contribuye a hacer un gran y buen país.
¿Qué se ha hecho de la burguesía y su voluntad de liderazgo, ahora desaparecida o en todo caso convertida en un grupo de peticionarios? ¿Dónde están sus liderazgos? ¿Y la fuerza de los trabajadores, su cultura del trabajo y la justicia, con unos sindicatos burocratizados y simples aparatos del estado?
¿Y la menestralía, que preparaba con exigencia a sus hijos para mejorar su posición y con ellos la sociedad empujaba arriba?
Escuchen a Isaías creyentes, escépticos, agnósticos e indiferentes. «Tus gobernantes son unos bandoleros, compañeros de ladrones. Todos buscan sobornos, van detrás de obsequios. No defienden a los desvalidos (01:23). Les dará criaturas para gobernantes, juventud que los dominen. Los hombres pelearán unos con otros. El joven no respetará al anciano. Un cualquiera no respetará a los mas dignos. (3,4-5)».
Qué proyecto hay para el país? ¿A qué esfuerzo somos llamado? ¿Qué ilusión nos señala el camino? ¿Qué nos une?
Sólo hay que prestar atención a lo que hay cada día para llevarnos las manos a la cabeza ante el fracaso, asumido con indolente dejadez.
Último dato sobre enseñanza de la OCDE, sobre los conocimientos en matemáticas y ciencias de los alumnos de 10 años, estudiantes de primaria de 63 países. España (502-511) se sitúa en ambos casos por debajo de la media (527 a 526), y Cataluña (494-504) por debajo de la media española. Madrid por encima (518-523). Que fracaso tan espectacular. Que gran indiferencia.
¿No hay un solo grupo de hombres y mujeres de bien que alcen la voz para decir basta ?