Fèlix Riera es uno de los gestores culturales de currículum más sólido que tiene nuestro país. Ha sido director editorial del Grup 62 y de la Esfera dels Llibres, director del Institut d’Empeses Culturals, de Catalunya Ràdio, es profesor asociado de la Facultad de Comunicación Audiovisual de la Pompeu Fabra y miembro del Consejo del Audiovisual de Catalunya. Sus colaboraciones habituales en La Vanguardia constituyen un riguroso análisis de la realidad y la actualidad. El libro que ahora ha visto la luz tiene un subtítulo que precisa la intención del autor, «Pistas para comprender la sociedad de la incertidumbre».
Riera constata la percepción de que nuestro modelo de sociedad e incluso la supervivencia están amenazadas por una acumulación de crisis y desafíos. Quizá habría que añadir, y eso es de cuenta propia, que tanto o más que el modelo lo que está en crisis es la cultura que la apoya. Para Riera la situación admite una equiparación con la fase previa de la Revolución Francesa, en el sentido de que “hay momentos de la historia que rompen la continuidad, están motivados por la constatación de la población, día a día, de que su supervivencia está amenazada”. Es esa sensación la que, nos dice Riera, que impulsó a la Revolución Francesa a crear un mundo nuevo y que «nos permite trazar un vínculo con la situación actual». Y para que no queden dudas sobre las causas, añade: «la inacción de Luis XVI para evitar que la población pasara hambre y que las enfermedades se propagaran, es comparable a la falta de acción de los estados para encontrar soluciones».
Por tanto, Riera parte de una crítica muy dura a la situación actual y establece el camino de salida con la metáfora de un bosque, concebido como el nuevo espacio que permite tomar conciencia de que se debe operar una transformación profunda y quiere evitar una catástrofe global. El bosque es también un territorio que hace posible distanciarse del poder de los estados y es el lugar donde resulta posible un nuevo comienzo. Prestemos atención a este diagnóstico, dice Riera, porque el nuevo comienzo que busca ha sido una tentación presente a lo largo de todo el malestar de la modernidad, pero no todos los caminos que se han emprendido para hacerlo posible han sido positivos. No hay más que recordar el extraordinario libro de Roger Griffing “Modernismo y fascismo”, que lleva como subtítulo la clave interpretativa de la obra “La sensación de comienzo bajo Mussolini y Hitler”, en otros términos los nuevos comienzos sin arraigo en las tradiciones culturales de la propia sociedad, en nuestro caso de la sociedad europea, incorporan el riesgo de que ya es evidente también hoy en día, de enmascarar soluciones autoritarias.
Lo que explora Fèlix Riera y es una novedad en las perspectivas que habitualmente se ofrecen en nuestro mundo cultural, me refiero al catalán y al español, es el que van ganando a niveles individuales la conciencia de que son necesarios unos nuevos derechos morales para cambiar la sociedad. Y esto es lo que explora el libro, concretamente trata en el regreso al bosque, del derecho moral de la tierra a respirar, de los jóvenes a desviarse, el derecho a favor de una política del testimonio, del respeto a la intimidad, de los bárbaros, a ser humanos y el derecho a actuar frente a la catástrofe. Este conjunto de derechos emergen en el marco de una nueva sensibilidad social, que según Riera, avanza en nuestra sociedad aunque no exista ningún movimiento de tipo político en ninguna gran acción colectiva.
En definitiva, un libro a leer porque tiene la virtud, acuerdos y desacuerdos incluidos, de abrir nuevas perspectivas a la reflexión sobre la situación y la dinámica en la que estamos inmersos, que han sido poco o nada exploradas en nuestro país, y esta es una aportación impagable.