El consistorio, una vez más, no cumple su palabra y sigue sin multar las motos que aparcan en la acera. Se comprometió en 2017 , pero la realidad es que las aceras siguen llenas de motos.
Después de 3 años sin haberlo llevado a la práctica, en 2020 reactivó la campaña para liberar espacio de las aceras. Calculaba que sólo en la Vila de Gracia había más de 2.000 motos mal aparcadas. En este barrio comenzó la última ofensiva, hasta ahora, para abordar un problema endémico en Barcelona. La sensibilización, primero, los avisos después y en última instancia las multas de hasta 100 euros, ¿han tenido resultado?
En las calles estrechas de la Vila de Gracia no es difícil encontrar vehículos mal estacionados, en algunos casos de forma masiva, como en la calle Ciudad Real, calle Rubí y Calle Verdi. Algún motorista reconoce que aquí siguen haciendo la vista gorda con esta práctica y los vecinos confirman que ver policía multando no es una imagen habitual.
Pero la ofensiva municipal no se limitaba sólo a Gracia. Se anunciaron multas también en una veintena de calles y espacios repartidas por la ciudad, allí donde había más concentración de motos aparcadas. Una era el del Consejo de Ciento, en el tramo a la Izquierda del Eixample. Aquí la actuación coincidió con la pacificación de dos carriles de la calzada para dedicarlas a los peatones. En la acera adyacente, ni rastro de motos ahora mismo.
«Al principio venía la Urbana, también hay muchas señales de prohibición y al final la gente ha dejado de aparcar», explica Marc, que trabaja en esta calle. La consecuencia, sin embargo: «Ahora aparcan las motos en la acera de enfrente«. De hecho, no sólo hacen eso, sino que también es fácil encontrar vehículos mal estacionados, en batería, en una acera que no llega a los seis metros .
