Según los datos publicados por Oxford Economics, queda claro que Barcelona es la más atrasada de las 30 grandes capitales europeas porque es la que menos se ha recuperado del destrozo económico de la pandemia. Se prevé que en 2022 todavía estará situada en el 97% y se verá superada por otras capitales que también están en la cola, como Hamburgo (98%), Madrid y Roma (99%), y muy lejos de las primeras ciudades: Dublín con un increíble 123% (partiendo que la base =100 corresponde a 2019). Esta última es una ciudad especial porque de hecho es la única que no registró un impacto de la covid en su economía.
Le siguen la Budapest de Orbán con un 112%, Bucarest con 109% y Estocolmo con 108%. Lisboa, otra capital peninsular, se situará en el 102%.
Evidentemente, las ciudades que más han sufrido son las que tenían una dimensión más turística, pero no todas responden de la misma manera. Ya hemos visto que Madrid lo hace algo mejor, así como Lisboa, tal y como hemos apuntado, y Atenas que se situará en un 102%, al igual que París y Londres.
La media de las 30 ciudades europeas para este año se sitúa en el 103%, es decir, en conjunto todas ellas llegarán a finales de 2022 con una situación de su PIB ligeramente mejor que la que tenían y Barcelona estará a 5 puntos de esta media. Por tanto, no se trata solo de que no nos recuperamos al ritmo de las demás, sino que la distancia que nos separa de la media de todas ellas tiende a crecer.
Todo ello son signos claros de que Barcelona económicamente no está funcionando a pesar de que el Ayuntamiento ha venido disponiendo de los mayores presupuestos de su historia y ha existido dinero procedente del gobierno español y de los fondos. Ciertamente, Barcelona habrá crecido en términos relativos algo más que la media de las 30 ciudades para este año. Lo hará un 4,4% mientras que la media se sitúa en un 4,1%. Este hecho será aún más visible el próximo año cuando el conjunto de las ciudades crezcan un 0,6% y Barcelona un 1%. Pero, sin embargo, no será suficiente para compensar la pérdida experimentada.
Sin embargo, cabe decir que para este año 6 ciudades de Europa tienen un aumento del PIB superior a Barcelona, aunque nosotros partíamos del nivel más bajo de todas, más bajo incluso que Madrid. Este hecho explica que la recuperación, que es un valor relativo, sea mayor. Para el próximo año, 5 ciudades estarán por delante de Barcelona.
En otros términos, la capital catalana debería haber crecido mucho más para recuperar la pérdida económica experimentada.
En la comparativa con Madrid, Barcelona sale perdiendo en todos los casos. Nuestra recuperación es 2 puntos porcentuales (pp) más lenta y el crecimiento de Madrid de este año como el del próximo año es claramente superior al de Barcelona en 0,7 pp en 2022 y 0,4 pp, que es mucho dada la insignificancia de las cifras de crecimiento para el próximo año.
Por tanto, la ciudad no es que solo funcione mal en aspectos como la movilidad, la limpieza o la seguridad, es que también su base económica está lejos de responder a las dinámicas que tienen otras ciudades peninsulares y europeas, y también está lejos de la dinámica de la propia Barcelona de años atrás.