Los católicos integristas y opusdeístas, como componentes de la familia del nacionalcatolicismo, se manifestaron a través de un activismo que combinaba servicio público e intelectualidad.
Desempeñando cargos políticos, al tiempo que afirmaban su ideario en cuanto a inquietudes culturales, destacan, entre otros, Luis Ortiz, Máximo Cuervo o Vicente Rodríguez. Con mayor reconocimiento como escritores, Juan de Contreras, José Corts, también Vicente Palacio y, particularmente, los miembros de la Obra, Calvo Serer y Pérez Embid.
Luis Ortiz Muñoz (Sevilla, 1905 – Madrid, 1975), licenciado en Filosofía y Letras por las universidades de Sevilla y Granada y doctorado en Madrid, fue un conocido propagandista católico que ejerció de periodista y, en 1939, ganó por oposición una cátedra de griego en el instituto.
En 1942 fue nombrado Director General de Enseñanza Secundaria del Ministerio de Educación Nacional y cuatro años más tarde se convirtió en el titular de la nueva subsecretaría de Enseñanza Popular, cuando se transfirieron al ministerio las competencias de la disuelta vicesecretaría de Enseñanza Popular a manos de FET y de las JONS. A partir de entonces, el control de la prensa y la propaganda pasó de los falangistas a los católicos de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas.
Máximo Cuervo Radigales (Madrid, 1893 – 1982) fue un militar miembro del Cuerpo Jurídico del Ejército que ejerció como Director General de Prisiones. Posteriormente fue Auditor General y, en varias ocasiones, miembro del Consejo Superior de Justicia Militar. Y, además, un activista en favor del catolicismo integrista, fundando en 1943 la Biblioteca de Autores Cristianos y siendo miembro activo de la Editorial Católica.
Vicente Rodríguez Casado (Ceuta, 1918 – Madrid, 1990) fue un historiador miembro del Opus Dei que obtuvo por oposición una cátedra en la Universidad de Sevilla que pasó a denominarse Historia Universal y Contemporánea e Historia General de la Cultura. Muy vinculado al CSIC, impulsó la creación de la Escuela de Estudios Hispano-americanos, que editaría la Revista de Indias .
También fundó, junto con la Ría de Huelva, la Universidad Hispanoamericana de Santa María de La Rábida, que fue una palanca para la creación de ateneos populares de base católica para obreros y estudiantes, así como para la formación de profesores con destino a Iberoamérica.
En 1957 se trasladó a Madrid, donde desempeñó varios cargos políticos: Director General de Información, Director del Instituto Social de la Marina, procurador en las Cortes…
Juan de Contreras y López de Ayala , marqués de Lozoya (Segovia, 1893 – 1978), fue un polifacético personaje que se movió desde la historia hasta el arte, y desde la poesía hasta la novela.
Estudió Derecho y Filosofía y Letras en Salamanca y Madrid, y ejerció como catedrático en las universidades de Valencia, Madrid y Navarra. Fue procurador en las Cortes republicanas de 1933 a 1939 y, posteriormente, en las Cortes franquistas. Finalizada la guerra, se le encomendó la Dirección General de Bellas Artes y más tarde dirigiría la Academia Española de Bellas Artes de Roma, la Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Instituto de España.
Dentro de su extensa obra, sobresale en este período Historia del Arte Hispánico , en cinco volúmenes, y también Los orígenes del Imperio: La España de Fernando e Isabel .
José Corts Grau (Valencia, 1905 – 1995), catedrático de Filosofía del Derecho, primero en la Universidad de Granada (1931) y después en la de Valencia (1935), de la que también sería rector de 1951 a 1967.
Durante el período republicano, había colaborado activamente con la revista Acción Española de Ramiro de Maeztu, incorporándose a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. Aparte de diversas publicaciones sobre su especialidad, destaca la obra derivada de su tesis doctoral, Balmes, filósofo social, apologista y político (1945). También un celebrado artículo, que le consagró doctrinalmente, aparecido en la Revista de Economía Política , Nuestro anticomunismo , en el que concluía que “el comunismo, por desarraigado y por anticatólico, nos resulta dos veces la anti-España”.
Vicente Palacio Atard, un bilbaíno nacido el 2 de enero de 1920, destacó por sus estudios históricos, ejerciendo esta materia como catedrático en las universidades de Barcelona, Valladolid y Madrid, ciudad donde murió el 15 de octubre de 2013. Fue miembro de la Real Academia de la Historia.
Políticamente, se movió en el nacionalcatolicismo. Su singular aportación intelectual, en el marco que configuraba la revista Arbor del CSIC, fue el artículo Westfalia ante los españoles de 1648 y 1948 , con el que bautizó a la Generación del 48 como “westfalianos”. En la polémica sobre el Ser de España, entre falangistas y católicos-opusdeístas, intervino con la obra El problema de España y la Historia (1950).
Rafael Calvo Serer (Valencia, 1916 – Pamplona, 1988), estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Valencia y se doctoró en Historia por la de Madrid con una tesis sobre Menéndez Pelayo. Fue el primer catedrático de Historia de la Filosofía Española y Filosofía de la Historia.
Activo militante del Opus Dei desde abril de 1936, a medida que avanzaba la decadencia falangista, inició una enconada defensa de la monarquía a partir de 1943. Se trasladó a Suiza para contactar con Juan de Borbón. En 1952 ingresaría en su Consejo Privado. Viajó a Londres para ser vicedirector del Instituto Español de 1947.
A su regreso, se incorporó activamente a la revista Arbor del CSIC. Destacó al publicar su primer libro España, sin Problema (1949), que, como católico-integrista, le enfrentó con el falangismo representado por Laín Entralgo con España como problema .
El régimen le concedió el Premio Nacional de Literatura. Tras el Concilio Vaticano II, evolucionó hacia tímidas posiciones democráticas. En 1966 se incorporó al diario Madrid como presidente del Consejo de Administración y cinco años más tarde tuvo que marcharse al exilio en París, después de la publicación de un artículo en el diario Le Monde en el que criticaba al gobierno franquista (se dictó orden de búsqueda y captura y el fiscal pedía siete años de cárcel).
Durante su exilio en París, participó en la creación de la Junta Democrática, coalición antifranquista promovida por el Partido Comunista de España. Regresó a España en 1976 y, tras un breve encarcelamiento, fue amnistiado.
Se trasladó a Pamplona en estrecha colaboración con la Universidad de Navarra. Mientras, había iniciado una demanda judicial por el cierre del diario Madrid , exigiendo una indemnización que le fue concedida por sentencia judicial. A su muerte, dejó establecido que estos fondos se dedicarán a la creación de una fundación cultural privada.
Florentino Pérez-Embid Tello, nacido en Aracena, Huelva, en 1918 y fallecido en Madrid en 1974, a los cincuenta y seis años. Estudió Historia en la Universidad de Sevilla y, durante el curso 1942-43, conoció al fundador del Opus Dei, entrando rápidamente en el Instituto. Realizó importantes gestiones en los campos académico, cultural y político.
Académicamente, ocupó la cátedra de Historia de los Descubrimientos Geográficos y Geografía de América, primero en Sevilla y después en Madrid, y fue rector de la Universidad Menéndez Pelayo.
Culturalmente, ejerció como intelectual y como gestor, colaborando en las revistas Arbor y Cuadernos Hispanoamericanos , al tiempo que promovía Ateneo y Atlántida. Fundó la Biblioteca del Pensamiento Actual, editada por Rialp, y dirigió la colección Forjadores del mundo contemporáneo de la editorial Planeta, en la que publicó una biografía oficial de San Josemaría Escrivá de Balaguer.
También presidió el Ateneo de Madrid entre 1951 y 1956. Políticamente, con una orientación ideológica franquista y tradicionalista, ejerció como máximo responsable de la censura durante la década de los cincuenta, al ocupar la Dirección General de Propaganda y la de Información y Turismo, siendo también, durante este período, el mentor cultural.
Ocupó también la Dirección General de Bellas Artes (1968-1974), fue Procurador en Les Corts (1958-1967) y miembro del Consejo Privado del Conde de Barcelona.
En 1972 ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con un discurso de ingreso sobre Pedro Millán y los orígenes de la escultura en Sevilla , una notable aportación al conjunto de su obra escrita.
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