Es todo lo contrario de lo que dicen los Comuns en su discurso, porque bajo el mandato de Colau la desigualdad ha crecido en Barcelona. Pero vayamos paso a paso. La capital de Cataluña es una de las ciudades más desiguales de España con datos de Fedea para 2019. Entre los 20 municipios de más de 50.000 habitantes de España, Barcelona ocupa el puesto 16 en desigualdad con un índice de Gini de 0,529, justo por delante de Madrid, puesto 17º, con un índice de Gini de 0,527.
Cabe recordar que este índice, que mide la desigualdad, va referido a una escala de 0, que significa la máxima igualdad, a 1, que expresa la perfecta desigualdad. Por tanto, cuanto mayor es la cifra más desigual es la población. Por ejemplo, uno de los municipios más iguales, El Prat de Llobregat, tiene un índice de Gini de 0,344.
Si de estas poblaciones pasamos a considerar sólo las capitales de CCAA, entonces Barcelona es la primera, seguida de Madrid, Valencia y Palma de Mallorca. Ésta es la visión global sobre Barcelona que presenta este problema de la desigualdad.
La pregunta que nos interesa ahora es si la gestión de Colau ha servido para reducirla o no.
Para observarlo podemos utilizar los estudios del propio Ayuntamiento sobre la renta disponible por hogar y la renta familiar disponible. Utilizando esta fuente, en 2018 nos señalaba que, referido a un índice 100 como renta de Barcelona, en Ciutat Vella era de 67, el distrito con menores ingresos, y en Sarrià-Sant Gervasi era de 162 y se situaba en lo más alto en materia de renta familiar disponible.
Traduciendo estos datos a una relación que mida la desigualdad es fácil constatar cómo un habitante de Sarrià-Sant Gervasi tiene una renta 2,39 veces mayor que uno de Ciutat Vella. Ésta es la fotografía actual, y decimos actual porque desde 2019 el Ayuntamiento no proporciona datos en este sentido, a pesar de que hasta entonces eran de elaboración anual.
Colau empezó su gestión en el 2015. En esa fecha el coeficiente entre Sarrià-Sant Gervasi y Ciutat Vella era de 2,2. Ésta era la magnitud de las veces que una persona que vivía en el distrito de mayor renta multiplicaba el de menor ingresos. Podemos constatar, por tanto, que en el período Colau la desigualdad ha crecido y se ha incrementado en un 8,6%. Este hecho pone de relieve que el problema que tiene Barcelona con este déficit de cohesión económica ha aumentado a pesar de que quien gobierna se califica de izquierdas, progresista, feminista, inclusivo, solidario, sostenible, etc., etc.
¿Y qué pasó en el período anterior, cuando fue alcalde Trias ? Pues exactamente lo contrario. En 2013 la renta familiar disponible de Ciutat Vella era de 77,2% de renta de la ciudad, pero en 2015 había aumentado hasta el 85,5%; 8,3 puntos porcentuales de mejora. En el caso de Sarrià-Sant Gervasi, en el año inicial de referencia, en 2013, alcanzaba una cifra de 186,7% su renta en relación a la de Barcelona. Y en 2015 sólo había crecido hasta el 188%, una mejora de sólo 1,3 puntos porcentuales. Por tanto, en este periodo de Trias la desigualdad entre el distrito más rico y el más pobre se redujo en 7 puntos porcentuales, en una tendencia absolutamente opuesta a la que se ha manifestado durante el mandato Colau.
He aquí cómo los clichés que nos cuentan los que nos gobiernan no debemos aceptarlos sin antes conocer la realidad que nos señalan las cifras.
Con Colau la desigualdad ha crecido, con Trias se redujo. Pero todo esto se refiere a la renta familiar disponible. Si la trasladáramos a poder adquisitivo real, entonces la desigualdad sería aún mayor, porque la inflación que sobre todo castiga a la alimentación, deteriora mucho más las rentas medias e inferiores que las altas porque el peso del gasto alimentario en aquéllas es mucho mayor .
El hecho de que además el Ayuntamiento no dé información sobre cuál es la situación después de la covid, ya es en sí mismo una declaración de principios, porque mira que nos cuentan cosas, pero aquella sobre la que nos informaban cada año, la de la evolución de la renta de los distintos distritos, ha desaparecido del escenario. Por algo.