La política se ha convertido en uno de los principales problemas de nuestra sociedad debido a la forma de actuar de los partidos, tanto en el gobierno como en la oposición. Se ha consolidado una partitocracia en la que la finalidad de cada partido es su propio beneficio y no el bien común.
El gobierno español no es representativo, sino muy minoritario, pero la singularidad española (no existe el voto de censura sino de confianza al candidato de la oposición) y la debilidad y dispersión de ésta permite gobernar desde el margen. Lo mismo ocurre en Cataluña: el gobierno sólo tiene 42 diputados de 135, y en el Ayuntamiento de Barcelona, Collboni gobierna con 10 de 41.
El ejecutivo margina al legislativo e intenta controlar el poder judicial. Mientras, la sociedad se divide entre una mayoría desencantada y apática, y una minoría polarizada por la contienda partidista. Además, el gobierno adopta prácticas con tonos totalitarios que degradan a la democracia parlamentaria. Por otra parte, existe una falta de protección de las garantías constitucionales debido al partidismo político del Tribunal Constitucional.
En ese contexto, los propios partidos no buscan ni tienen capacidad de regeneración. Surge, por tanto, la necesidad de un movimiento cívico-social independiente de los partidos políticos que nazca de la sociedad civil, con el objetivo de regenerar, reparar y renovar la vida política desde la sociedad civil, impulsando una transformación política profunda que recupere la confianza ciudadana, fortalezca las instituciones democráticas y garantice una representación real del interés común.
Aquí tienes una estrategia para conseguirlo.
Un apunte elaborado a partir de una tesis inicial y tres interacciones sucesivas con las respuestas de GPT o4-mini, de los que omito buena parte del detalle por su extensión (13 páginas) y añado un decálogo de compromisos como la dignidad de la persona y el bien común, que enmarcan el proceso y constituyen su marco de referencia.
1- Objetivo general y específicos
Objetivo general
Movilizar la conciencia cívica, ética y democrática de la sociedad civil para enfrentar pacífica y democráticamente una crisis institucional, forzando al gobierno minoritario a convocar elecciones anticipadas. Recuperar a la democracia como representación del interés común y para la consecución del bien común.
Objetivos específicos:
– Reformar el sistema político para que los ciudadanos sean el centro de la toma de decisiones.
– Limitar la influencia de los partidos en las instituciones del Estado.
– Reequilibrar la separación de poderes:
– Garantizar la independencia del poder judicial.
– Fortalecer el papel del legislativo para que pueda controlar efectivamente al ejecutivo.
– Regenerar la cultura política:
– Promover la ética pública y la transparencia.
– Eliminar la corrupción y privilegios de la clase política.
– Promover y regirse por una ética de la virtud.
– Incentivar la participación cívica:
– Movilizar a la sociedad para que recupere su protagonismo en la política.
– Crear espacios de deliberación ciudadana fuera del control de los partidos.
– Restaurar una democracia inclusiva y no extractiva y el estado de derecho.
– Fomentar el respeto a las instituciones y la legalidad.
– Promover una cultura de diálogo y deliberación, en lugar de polarización y enfrentamiento.
– Establecer medidas para que las leyes y políticas públicas sean eficaces, eficientes, económicas y sus procedimientos aseguren la máxima inclusión posible.
– Sólo con leyes de calidad tendremos un estado y una economía de calidad.
2- Principios fundamentales
– Ciudadanía activa y consciente.
– Regeneración democrática y ética pública.
– Movilización pacífica y democrática.
– Transparencia institucional.
– Responsabilidad política.
– Ética de la virtud fundamentada en la cultura cristiana, que es la única que nos ha proporcionado un código ético que no podemos perder, sin pagar un coste extraordinario por ello, tal y como está sucediendo.
3- Puntos programáticos fundamentales
- Reforma del sistema de representación.
- Independencia de los poderes del Estado.
- Transparencia y ética en la vida pública.
- Participación ciudadana y control social.
- Educación cívica y fortalecimiento del tejido social.
4- Principios clave para el éxito del movimiento
– Evitar convertirse en un partido político. Debe ser un movimiento cívico con incidencia real, no una estructura electoral.
– No caer en la polarización. Centrarse en el bien común, sin alinearse con blogs partidistas.
– Conectar con la sociedad real. No ser elitista ni encerrado, sino representar problemas ciudadanos concretos.
– Mantener independencia financiera. No aceptar financiación de grupos con intereses partidistas.
– Establecer alianzas con otras entidades y asociaciones de carácter cívico y social.
5- Estrategia de organización y acción del movimiento
Para asegurar la viabilidad y el impacto a largo plazo, se plantea una estrategia organizativa y operativa basada en los siguientes pilares:
Construcción y ampliación de la base social
Convocatoria amplia y diversa:
– Invitar a asociaciones, colectivos, académicos, juristas, periodistas y toda la ciudadanía interesada en una renovación ética y democrática.
– Fomentar la creación de grupos locales y redes territoriales que integren la diversidad cultural y social del país.
Inclusión de actores tradicionales y emergentes:
– Establecer alianzas estratégicas con organizaciones sociales, sindicatos y movimientos ciudadanos históricos y emergentes.
– Generar espacios de diálogo intergeneracional y de género que enriquezcan la visión del movimiento.
Estrategia de comunicación integral y participativa
Campañas de sensibilización y educación:
– Diseñar campañas de comunicación que expliquen de forma clara y accesible los riesgos de la partitocracia y los beneficios de una renovada democracia.
– Utilizar múltiples canales (redes sociales, medios tradicionales, encuentros presenciales) para llegar a distintos segmentos de la población.
Transparencia y retroalimentación:
– Establecer canales de comunicación bidireccional en los que la ciudadanía pueda aportar ideas, sugerencias y críticas.
– Publicar informes periódicos sobre las actividades, avances y retos del movimiento.
Incidencia política y acción legal
Diálogo y presión institucional:
– Presentar propuestas de reforma frente a parlamentos, organismos internacionales y plataformas de gobernanza.
– Organizar mesas de diálogo con representantes de diversas fuerzas políticas y sociales, manteniendo siempre la independencia del movimiento.
Acción jurídica y mecanismos de defensa:
– Impulsar acciones legales y amparados ciudadanos frente a medidas que contravengan los principios democráticos y constitucionales.
– Colaborar con juristas y defensores de derechos para elaborar estrategias legales que defiendan la integridad de las instituciones.
Sostenibilidad y autonomía financiera
Financiación ética y transparente:
– Buscar fuentes de financiación independientes, basadas en aportaciones ciudadanas, donaciones de fundaciones comprometidas con la democracia y campañas de autofinanciación.
– Publicar informes financieros regulares y someter las cuentas a auditorías externas para garantizar la transparencia.
Gestión responsable de recursos:
– Optimizar el uso de recursos a través de colaboraciones, voluntariado y aprovechamiento de plataformas digitales para minimizar costes operativos.
6- Principios y valores rectores
El éxito del movimiento dependerá de la adhesión a una serie de principios éticos y estratégicos:
- Independencia política: Evitar la transformación en un partido electoral o en una agrupación ideológica cerrada, manteniendo siempre la autonomía frente a intereses partidistas o económicos.
- Transparencia y rendición de cuentas: Actuar de forma clara, publicando toda la información relevante y estableciendo mecanismos de control interno y externo.
- Innovación y adaptabilidad: Estar en constante renovación y adaptación a las nuevas tecnologías y formas de participación, fomentando una cultura de aprendizaje y evolución.
- Compromiso con el bien común: Priorizar siempre el interés colectivo y el fortalecimiento de la democracia, rechazando la polarización y el enfrentamiento ideológico.
7- Hoja de ruta e implementación
Para transformar esta propuesta en una realidad concreta, se plantea una hoja de ruta en fases:
- Fase 1: Diagnóstico y organización inicial.
- Fase 2: Consolidación de la base y campaña de sensibilización.
- Fase 3: Incidencia y reformas institucionales.
- Fase 4: Evaluación, retroalimentación y expansión.
8- Conclusión: Un llamamiento a la acción
El deterioro democrático y la hegemonía de la partitocracia han dejado a la sociedad al margen de la toma de decisiones. Sin embargo, la esperanza y la transformación son posibles si la ciudadanía se organiza de forma ética, participativa y decidida. Este movimiento cívico-social es una respuesta al desencanto, una invitación a recuperar el poder popular y a restablecer una democracia real y plural.
Decálogo de compromisos por la dignidad humana y el bien común
Punto de partida: La importancia y el sentido de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.
- La vida es el primero de todos los derechos humanos, sin el que los demás derechos pierden su fundamento. Por eso, es nuestro deber proteger jurídicamente el derecho a la vida de todo ser humano.
- La defensa de la vida debe empezar desde el momento de su concepción, cuando el ser humano es más vulnerable e indefenso. La destrucción de embriones humanos, la clonación, la manipulación genética y la gestación subrogada son prácticas que debemos rechazar. En su lugar, debe promoverse y priorizar la investigación con células madre adultas, incluidas las investigaciones con células madre adultas reprogramadas a un estado embrionario y las células madre provenientes del líquido amniótico y del cordón umbilical.
- La familia es la célula básica de la sociedad, la primera escuela para construir el carácter y los valores que configuran el individuo y lo preparan para desempeñar un papel positivo en la sociedad. Por eso, la defensa de la familia exige un compromiso inequívoco de nuestra parte. El Estado debe reconocer la importancia social y económica del matrimonio y de la familia; por eso, deben promoverse políticas públicas con perspectiva familiar.
- El matrimonio es una institución entre un hombre y una mujer en la que cada uno aporta una contribución diferente y complementaria al proceso de formación de la familia. Por eso, es vital promover esta institución a nivel cívico y apoyarle a nivel jurídico.
- Es derecho de los padres decidir la educación de sus hijos según sus convicciones morales, religiosas, filosóficas y pedagógicas, lo que constituye un elemento central para la defensa de la dignidad de la persona. El Estado no puede ni debe sustituir a los padres en esta tarea.
- El trabajo es un elemento esencial de la dignidad de la persona, puesto que en él encuentra la oportunidad de desarrollar habilidades, ganarse la vida, crear un patrimonio familiar y contribuir al bien común de la sociedad. La promoción de salarios justos y decentes para todas las personas de nuestra sociedad debería ser siempre una prioridad que permita su autonomía personal y la formación de un hogar.
- Es fundamental destacar el valor de los deberes como elemento que dignifica a las personas. El relativismo es una ideología que está impulsando a nuestra cultura a exigir más y a crear nuevos y falsos derechos que eliminan deberes, especialmente el de cuidar a los más vulnerables de nuestra sociedad: los marginados, los ancianos, los niños y los seres humanos no nacidos.
- La emigración es un derecho a buscar una vida mejor. A su vez, los Estados miembros tienen el deber de velar por el bien común de los ciudadanos. Si la inmigración alcanza un volumen e intensidad como el que se da en España, es necesario establecer una moratoria inmigratoria, dedicar recursos a una correcta integración de los inmigrantes, sin detrimento de los servicios y ayudas a los autónomos, regular y limitar la llegada de nuevos inmigrantes una vez finalizada la moratoria y, de manera especial y en el marco de todos los países, con el esfuerzo de todos el tráfico de inmigrantes. En este marco, la ayuda a la familia y la natalidad hasta alcanzar el 4% del PIB es decisiva.
- Es esencial promover y ampliar la investigación y la aplicación de los cuidados paliativos. La eutanasia, al igual que el aborto, no se puede considerar un derecho.
- La defensa de la libertad religiosa es central para la dignidad humana. Una de las manifestaciones más escandalosas del relativismo que a menudo sufrimos es la falta de reacción, incluso la indiferencia, de nuestra sociedad frente a la persecución religiosa en todo el mundo.