El Ayuntamiento de Barcelona tiene una partida muy esporádica de 150.000 euros para subvencionar mejoras en centros de culto. Obviamente la cifra es tan pequeña que las mejoras que se pueden hacer son muy escasas, pero en este caso lo que importa es ver cómo las ha distribuido Colau.
Una vez más los principales beneficiarios son dos mezquitas de Barcelona. Entre las dos se han llevado casi 60.000 euros de los 150.000 disponibles. También ha destinado cerca de 10.000 para un centro de los testigos de Jehová y otro centro de yoga, que quizás su práctica es una afición de algunos de los Comuns, pero que evidentemente como actividad religiosa resulta más que dudosa.
También han otorgado prácticamente 30.000 euros a una iglesia evangélica y 9.000 más al Centro Evangélico K2.
Pero a la parroquia del Santo Cristo de la Vall d’Hebron le han denegado lo que había solicitado para arreglar la instalación eléctrica y acústica. ¿Por qué? Pues según el Ayuntamiento por no haber presentado la solicitud de manera telemática. La entregaron en los plazos correctos pero lo hicieron en papel. Mira por donde ahora resulta que se penaliza si no se aplican las nuevas tecnologías. Naturalmente esta no es una práctica habitual, pero toda excusa es buena para un mal pagador.