Electomania, el portal especializado en información y estudios electorales, ha publicado un interesante ejercicio consistente en aplicar la doble vuelta de las elecciones francesas al caso español, en un hipotético enfrentamiento entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo.
El resultado es una ajustada victoria de Sánchez, con un 46,4% de los votos frente al 44,8% de Feijóo. En realidad, la diferencia es tan pequeña, de 1,6 puntos porcentuales, que se encuentra dentro del margen de error de la mayoría de encuestas y, por tanto, más que un ganador claro, indica un empate técnico .
Uno de los aspectos más relevantes desde nuestro punto de vista es la evidencia de que Cataluña se ha convertido en el gran reducto de apoyo a Sánchez, tanto por la intensidad del apoyo como, evidentemente, por el peso demográfico del país.
La circunscripción menos «sanchista» es Girona, donde Sánchez gana con un 53,8% de los votos. En cambio, la que marca un supermáximo a nivel español es Lleida, con un 77,8%. Aunque estos tipos de estudios deben tomarse con reservas, no se puede dejar de resaltar la singularidad de estos datos. Girona, donde el independentismo de Junts per Catalunya es líder, resulta ser el último bastión de Sánchez en toda España. ¡Poca broma!
Sin embargo, el hecho más destacado se da en Barcelona, por su importancia demográfica, donde Sánchez ganaría con un 65,2% de los votos. Esta característica catalana es casi única por su intensidad. Las demás zonas donde Sánchez es preferido, pero con menor dimensión e intensidad, son Navarra y el País Vasco, así como la provincia de Huesca.
A continuación, y curiosamente, se encuentran las tres circunscripciones gallegas —A Coruña, Ourense y Pontevedra—, donde Sánchez gana con algo más del 50% de los votos, mientras que en la cuarta circunscripción, Lugo, se impone Núñez Feijóo. Se trata de otra singularidad interesante. Prácticamente, esto constituye la fuerza sanchista en España. El resto de territorios son islotes de muy poca entidad: Segovia, otro bastión según estos datos, y en menor medida Valencia, Cuenca y Granada. También, aunque prácticamente en un empate, Huelva y Almería. Madrid, en contrapartida, es territorio favorable a Feijóo, con una victoria de aproximadamente el 55 % de los votos. También gana en el resto de la Comunidad Valenciana y en Baleares.
La preferencia por Sánchez se manifiesta de forma muy visible entre los votantes de los partidos catalanes de ERC y Junts per Catalunya. De hecho, según esta información, el partido más «sanchista» de todos, incluido el PSOE, es ERC, ya que el 100 % de sus votantes se inclinarían por Sánchez en una segunda vuelta. En el PSOE esta cifra es ligeramente inferior, el 99,5%, y en Sumar queda claramente por debajo, con un 96,5% de soporte. Podemos está aún más lejos, con un 80.
La fiebre “sanchista” de ERC se hace aún más evidente si se compara con su equivalente en el País Vasco, EH Bildu, que también apoya a Sánchez pero sólo alcanza el 70%; el 30% restante de sus votantes se abstendría o no votaría. Junts per Catalunya también muestra una clara preferencia por Sánchez, con un 64,3% de apoyo, y un 7% que se inclinaría por Núñez Feijóo. Este hecho marca también la diferencia con su equivalente en el País Vasco, el PNV, que apoyaría a Sánchez en un 40%, mientras que otro 40% lo haría por Feijóo.
Según este ejercicio de la doble vuelta, queda claro que los últimos de Filipinas del actual gobierno se encuentran en Catalunya, y que los partidos independentistas catalanes están entregados en cuerpo y alma a Sánchez. En Cataluña, la alternativa al bloque “sanchista” tiene una presencia mínima, ya que, a la vista de los resultados, es evidente que Junts per Catalunya también forma parte de este bloque.