Los escándalos vinculados a la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), incluyendo los presuntos abusos sexuales reiterados a una menor de 12 años bajo tutela de la Generalitat, son solo la punta del iceberg.
Pese a los datos existentes, ni el gobierno de Salvador Illa ni el Parlament de Cataluña parecen dispuestos a abordar el problema con la seriedad que merece.
Según cifras del Ministerio del Interior, correspondientes a 2023, se registraron en Cataluña al menos 2.000 delitos de abusos sexuales a menores. La encuesta del Defensor del Pueblo revela que entre el 7,5% y el 9,6% de los encuestados aseguran haber sufrido abusos en el entorno escolar. De ellos, un 3,7% identificó como agresores a maestros o profesores no religiosos. El estudio de la Fundación ANAR, por su parte, señala que el 1% de los abusos fueron cometidos por monitores extraescolares y un 3,7% por docentes.
En Cataluña viven alrededor de 1,3 millones de menores de 17 años. Más de 900.000 asisten a escuelas públicas, bajo responsabilidad directa de la Generalitat. Además, unos 260.000 participan en federaciones deportivas, y cerca de 9.000 se encuentran bajo tutela institucional.
La extrapolación estadística permite estimar que, solo en 2023, podrían haberse producido unos 150 casos de abusos sexuales en escuelas públicas y unos 26 en entornos deportivos y extraescolares reglados. Es posible que también hayan ocurrido casos entre menores tutelados.
Los recientes y trágicos hechos revelados en el ámbito de la DGAIA subrayan la urgencia de actuar.
Es imperativo que el Gobierno de la Generalitat encargue a una entidad independiente un estudio exhaustivo sobre los abusos sexuales a menores ocurridos en los últimos cinco años en cualquier entorno bajo su jurisdicción. Dicho informe debe ser presentado ante el Parlament para su debate y consideración.
En este contexto, la organización Corriente Social Cristiana (CSC) ha lanzado una iniciativa dirigida al presidente de la Generalitat y a todos los partidos con representación parlamentaria, en la que se pide una investigación independiente sobre los casos que pueden haberse producido en los ámbitos de responsabilidad de la Generalitat estos últimos cinco años.
Aunque la pederastia es un secreto a voces, la atención que recibe por parte de los medios y del debate político sigue siendo mínima.
Una de las escasas excepciones es el libro recientemente publicado por Josep Miró i Ardèvol, colaborador habitual de Converses, titulado La Pederastia, la Iglesia y la Sociedad. Esta obra sostiene que la pederastia es un fenómeno social mucho más extendido de lo que se reconoce públicamente. Miró i Ardèvol recopila y analiza datos que muestran que la Iglesia católica está implicada en menos del 1% de los casos en España, una cifra que incluso ha descendido por debajo del 0,5% en el siglo XXI.
En cambio, la violencia sexual contra menores es una crisis creciente, con más de 9.000 víctimas anuales, la mayoría fuera del ámbito eclesiástico. El autor denuncia que el Congreso de los Diputados y el Defensor del Pueblo han centrado sus investigaciones casi exclusivamente en la Iglesia, ignorando deliberadamente la magnitud del problema en otros ámbitos sociales.
Especialmente preocupante es la elevada prevalencia de abusos entre niñas de 14 a 17 años, que, pese a su gravedad, apenas tiene eco en el discurso público, ni siquiera en el feminismo más militante.
El análisis del libro ha sido calificado como “demoledor”, ya que muestra como ideologías y prejuicios han prevalecido sobre la protección real de los menores, invisibilizando el 99% de los abusos que ocurren fuera del ámbito eclesiástico.
Miró i Ardèvol concluye que es hora de abordar esta problemática de forma integral y sin sesgos ideológicos. Propone como modelo la investigación alemana, que examina todos los casos de abuso, independientemente del entorno en que se produzcan.
El objetivo del libro es romper el tabú que oculta la verdadera dimensión de la pederastia en la sociedad, denunciando la instrumentalización política y mediática que convierte a la Iglesia en chivo expiatorio, mientras deja en la sombra a la mayoría de las víctimas.
https://almuzaralibros.com/fichalibro.php?libro=9176&edi=7
Es imperativo que el Gobierno de la Generalitat encargue a una entidad independiente un estudio exhaustivo sobre los abusos sexuales a menores ocurridos en los últimos cinco años en cualquier entorno bajo su jurisdicción Compartir en X
Cargando ...
