En 1979 entramos en el Ayuntamiento en las primeras elecciones democráticas a los entes locales. Detestábamos la dictadura franquista y sus ejecutores, pero no teníamos ni idea de lo que representaba estar en el puente de mando. Fueron cuatro años de aprendizaje y de hacer cuatro cosas para dibujar los cimientos de un país nuevo. Al terminar la legislatura sentía más ganas de encerrarme en casa y concentrarme en la vida profesional, que seguir al pie del cañón. De ningún cañón.
Entonces teníamos sólo una hija que iba a preescolar a la escuela del pueblo y mi sentido de la responsabilidad no me permitía no asistir a las asambleas de padres. Pero esta vez, y en contra de un principio sagrado que es no llegar tarde a las citas o convocatorias, hice de modo que cuando llegara, la asamblea ya hubiera terminado.
La experiencia me hacía ser temeroso porque demasiadas veces me había tocado, sin proponérmelo estar en primera fila. Llegué discretamente procurando entrar en las últimas filas, pero no lo logré. ”Josep Maria pasa hacia aquí, eres el nuevo presidente de la APA (Asociación de Padres de Alumnos)”.
A pesar de haber pecado por ausencia, me tocaba estar al frente de una entidad que desconocía, en un momento que no tenía ganas y no pude decir ¡no! ¡No sabía decir NO! Mi primera reacción fue íntima, muy íntima y muy inadecuada para reproducirla en ese escrito.
Pedí a algunas de las personas que continuaban, que pensaban de lo que hacía la APA en la escuela y si cambiarían algo. Esta ronda de conversaciones me sirvió para ponerme al corriente y adquirir un conocimiento que no tenía.
Pero la conversación que quiero destacar aquí, es la que tuve con el presidente saliente, que dada su brevedad y concreción puedo trasladar en su literalidad. “Josep Maria no sufras, no tienes que preocuparte de nada, tranquilo, todo lo hace Pepi» (una señora anticatalanes y que le gustaba mandar mucho. Pero él, de bandera y damasco el día de Sant Jordi y el 11 de septiembre).
En la primera reunión de la APA, el vicepresidente no apareció, el día de la asamblea tampoco. Alguien dijo que nunca venía a las reuniones, ni de la APA ni de la asociación de vecinos, ni del club de fútbol, de las que también era el vicepresidente. Duró poco a pesar de la defensa que hizo la compañera Mari: “A este hombre no me lo toque, eh, el pobrecito está en todas partes”.
Tres personas que creen de buena fe que algo deben hacer para servir a la comunidad.
El último caso es el siguiente. Egipto hizo un encargo de camiones Pegaso para dotar a su ejército y luego esa operación no llegó a buen término y los camiones se quedaron aparcados sin destino. Alguien tuvo una brillante idea de cederlos a Diputaciones, Ayuntamientos, Protección Civil, etc. a condición de que fueran reconvertidos en vehículos de servicios, prevención y extinción de incendios forestales y tareas similares.
Nosotros logramos uno y creamos un cuerpo de bomberos voluntarios. La presentación de este vehículo fue objeto de fiesta grande con remojón para disfrute de pequeños y mayores (no todos). Este camión significó una inyección de empoderamiento para la gente de Santa Coloma de Cervelló.
Atendiendo a la demanda de los jóvenes hicimos los primeros gigantes de Santa Coloma, Roc y Coloma. Su presentación fue otra fiesta. El concejal de cultura y yo mismo los llevamos desde la parroquia donde fueron “bautizados” hasta el Ayuntamiento de aquella época, a unos escasos ciento cincuenta metros. Los gigantes fueron entregados a la tierna pandilla de gigantes de Santa Coloma de Cervelló que los llevaron y siguen llevando como los dignos embajadores de nuestro pueblo, a todas partes.
Uno de esos chicos que entró en el pueblo a caballo del flamante camión de bomberos y que era de los jóvenes felices que llevaban los gigantes arriba y abajo, creó, junto a otro compañero y sus esposas, una empresa que mientras ellas llevaban la floristería, ellos hacían y mantenían jardines. La empresa duró cuatro días de los que varios trabajaron en nuestra casa intentando convertir aquello en un jardín y me parece recordar que aquella fue su primera factura.
El ambiente de cordialidad y complicidad con gran parte del pueblo era muy satisfactoria. Pero en las elecciones de 1991 perdimos y este chico, que entró pletórico para presentar el camión de bomberos, que pudo ser gigante de los gigantes de su pueblo y que tuvo el primer trabajo de su empresa en mi casa, al saberse los resultados del escrutinio fue a la sede de la candidatura ganadora gesticulando con el brazo y gritando, «hemos ganado». Un concejal de mi equipo que pasaba muchos ratos con esta juventud le protestó la actitud y la respuesta fue, «nosotros debemos estar con los ganadores» y «eso es la política».
Las tres primeras personas descritas son de las que están comprometidas con su sociedad y entienden que cuando les toca, deben servir. (?)
Esta cuarta, ¿demuestra una falta de principios propios?, ¿una amoralidad? Y esa capacidad que tiene tanta gente de definir la política como les conviene y nunca la entenderán como un acto de servicio con el país y su gente.
Cada persona un voto y todos los votos tienen el mismo valor. Esto no es verdad, es falso.
Con el país que tenemos ahora y con la gente que ocupa los puestos de responsabilidad y la gente que dedica toda su energía a sacar de sus sillas a los que están ahí para ponerse ellos en su sitio, ¿qué posibilidades tiene de cambiar?
¿Quién está dispuesto a cambiar las reglas del juego para que este país se convierta, esta vez sí, en un país creíble, donde pueda creerse en la justicia y el respeto a la diversidad, en la eficiencia y la honorabilidad de sus gestores y representantes?
¿De dónde viene esta mediocridad tan escandalosa que se ha instalado en el poder, en todos los rincones del país? ¿Será que el sistema procura que su gente no tenga el menor sentido crítico e ignore lo que implica ser responsable de lo que ocurre en su casa?
Como decía aquella mujer, «los niños españoles solo tienen que saber que España existe desde hace 3.000 años y nada más»
Gracias por leerme.
¿De dónde viene esta mediocridad tan escandalosa que se ha instalado en el poder, en todos los rincones del país? Compartir en X