La democracia en crisis en España se manifiesta en la falta de cumplimiento de exigencias fundamentales para una democracia liberal, como la división de poderes y el equilibrio entre ellos (legislativo, ejecutivo y judicial). Sin estas condiciones, la democracia se convierte en una ilusión. En particular, el control real del legislativo como representación de la voluntad de los ciudadanos sobre el ejecutivo es esencial.
El control del ejecutivo sobre el legislativo
En la España de Sánchez, el ejecutivo ha transformado las sesiones de control al gobierno en un control de la oposición. Este hecho mina la democracia parlamentaria, donde la oposición debería apretar al gobierno con preguntas para que el ciudadano pueda adoptar un criterio razonado. Si el gobierno no responde y utiliza su turno para criticar a la oposición, el elemento de control y transparencia desaparece, y el ciudadano sólo recibe ruido. Esto no es democracia en crisis.
El papel del Congreso en una democracia sana
El Congreso, como representación de los intereses ciudadanos, debe ser independiente del ejecutivo. En España, esto no es así. Francina Armengol, presidenta de la institución, y la Mesa del Congreso actúan al servicio de la Moncloa. Si el gobierno no da explicaciones ni rinde cuentas, la democracia española se destruye. Se convierte en un ritual vacío.
Ahora mismo, la diputación permanente del Congreso, demostró la inutilidad de la institución más importante del país, puesto que nos representa a todos. La oposición planteó una serie de comparecencias del presidente del gobierno y de ministros, pero Sánchez y sus colaboradores las guillotinaron con el apoyo de PNV, ERC y Bildu.
La oposición silenciosa
ERC, en lugar de exigir explicaciones al Congreso sobre su pacto sobre la «financiación singular», ha optado por la ocultación. Esto favorece al gobierno de Sánchez, que busca la confusión. El PNV, que teme una fórmula similar a su sistema, también apoya esta estrategia.
Cuestiones ignoradas en el Congreso
Se pedía una comparecencia para tratar el problema inmigratorio, pero tampoco esta cuestión se debatió. Otras cuestiones ignoradas incluyen la posición española ante el fraude electoral de Maduro, la fuga de Puigdemont, y el mal funcionamiento de los ferrocarriles. Todas estas cuestiones deberían ser tratadas de oficio en el Congreso para construir una ciudadanía responsable, pero el gobierno, con la colaboración necesaria de ERC y del PNV, evita el debate.
El reflejo de esta democracia en crisis se ve en los medios de comunicación, especialmente en los periódicos afines al sanchismo como El País y La Vanguardia. Estos no sólo no cuestionan la guillotina del debate sino que la presentan como un simple rifirrafe. Así, contribuyen a la liquidación del debate informado y, en última instancia, de la democracia española.
🏛️ La división de poderes está en peligro, con un ejecutivo que domina el legislativo y una oposición silenciada. Descubre cómo está cambiando el panorama político español. #Democracia #Política #España Share on X