Como es habitual el contexto de las elecciones en EE.UU. no da resultados inmediatos, pero ya hay datos suficientes para situar el escenario.
En cuanto al Senado, donde la mayoría se encuentra en 51 escaños, la mañana del miércoles hay un empate a 48, mientras que en la Cámara de Representantes, donde la mayoría se encuentra en los 218, los republicanos ganan por 195 diputados por 176 los demócratas.
Cabe recordar que esta última cámara se escoge entera, mientras que en el Senado solo han ido a la elección un tercio de sus miembros porque, a diferencia de los congresistas, que solo tienen dos años de mandato, los senadores tienen seis.
En cuanto a la pieza clave de los gobernadores de los estados, de momento los republicanos también se llevan la victoria en 16 estados, entre ellos los muy importantes de Florida y Texas, mientras que los demócratas deben conformarse con 12, entre los que destacan los estados de California y de Nueva York.
Aún quedan por conocer los resultados de 7 estados: Alaska, Nevada, Oregón, Arizona, Kansas, Maryland y Massachusetts.
Cabe señalar que la pugna continuará tras los resultados de las elecciones porque las interpretaciones irán hacia un lado u otro con independencia de los resultados numéricos, en el sentido de que los republicanos han ganado menos de lo que se pensaban o que sencillamente los demócratas han perdido el control de una o dos cámaras, y éste sería un hecho más objetivo.
Cabe señalar que, como una nota no al margen ni pintoresca, sino de profunda preocupación, si uno entra en el buscador de Google preguntando por las elecciones en EE.UU. todas las fuentes que aparecen en la primera página son de ideología favorable a los demócratas. Es una muestra más de cómo, al margen de los resultados numéricos, que en último término es lo que debe tenerse en cuenta, existe una guerra de la comunicación que incorpora grandes intereses, como manifiesta el caso de Google.
En relación al Senado, que es donde baila más el resultado, los demócratas han ganado en un estado clave en la disputa que era Pensilvania y queda por aclarar 3 más que también tienen esa condición, donde el resultado es incierto: Georgia, Nevada y Arizona. Si los republicanos ganaran en 2 de los 3, la mayoría estaría garantizada.
Al tiempo que se han producido elecciones en las dos cámaras y las gubernaturas, han habido innumerables referendos, cuyos resultados se irán conociendo en los días sucesivos y que completarán la radiografía sobre el momento políticos en EE.UU.
Como los demócratas esperaban un descalabro, todo lo que sea una pérdida ajustada tiene sabor de victoria y así será argumentado. En todo caso el punto clave es si este partido y, por tanto, el presidente Biden controlan las dos cámaras como hasta ahora, o pierde en beneficio de los republicanos la dirección de una o ambas, con mayor probabilidad la del Congreso.
Cabe señalar que se ha impuesto claramente DeSantis, el actual gobernador de Florida y candidato in pectore de los republicanos a la presidencia de EEUU y, por tanto, alternativa a Trump, que puede ver debilitada su posición si no se produce el abrumador resultado que el expresidente venía proclamando.