Es evidente que el caso del obispo Novell, porque todavía no ha sido suspendido de sus funciones, tiene todos los ingredientes para ser tratado de forma escandalosa. Pero esto no significa que el periodismo, el que no es amarillo, deba andar por este sendero. Si quiere informar y aclarar cuestiones tiene importante terreno a recorrer, pero está claro, es sabido que hacer periodismo siempre da más trabajo que practicar el sensacionalismo de vuelo gallináceo, que es lo que hizo el programa de televisión de La Cuatro “En el punto de mira” el pasado viernes día 5, pilotado por dos personas, no digamos periodistas, Marta Losada y María Miñana.
El programa demostró dos hechos. El primero, la búsqueda desesperada de sensacionalismos con un éxito perfectamente descriptible porque no lograron hacer aparecer en escena nada más de lo que se sabe, más allá de los comentarios sensacionalistas de las dos protagonistas Losada y Miñana.
El segundo hecho guarda relación con la ignorancia. Nadie nace enseñado y es evidente que Dª. Marta y Dª. María tienen un conocimiento muy limitado del catolicismo y sus normas. Pero puede presuponerse de un profesional que, cuando se acerca a un tema que no conoce bien, al menos se entere de las cuatro cosas más importantes, o de esas sobre las que quiere hacer referencia, porque de lo contrario se expone a ir avanzando de pies en el cubo, que es lo que sucedió.
Es el caso cuando se presenta como un hecho arbitrario por parte del obispo Novell que pidiera que los padrinos de un niño a bautizar estuvieran confirmados, ignorando que no puede ser padrino nadie que no esté de lleno en la Iglesia y, por tanto, haya sido bautizado, comulgado y confirmado. Esto forma parte del ABC del catolicismo.
Pero aún resulta más sorprendente el empeño en presentar las cenas Alpha como algo oscuro y poco conocido, y su insistencia en buscar el protagonismo del demonio en estas cenas. Las cenas Alpha, extendidas por todas las diócesis españolas y por muchos otros países, sobre todo de EEUU, América Latina, corresponden a un método de iniciación en la fe, de ahí el nombre de Alpha, la primera letra del abecedario en griego. Es un procedimiento de evangelización conocido y acreditado.
Consiste en reunirse con aquellas personas que tienen interés, durante 8 o 10 cenas a lo largo de una serie de meses y aprovechando el ambiente en torno de la mesa para seguir una programación preestablecida, iniciar el anuncio de la palabra del Evangelio .
Novell, vista la depauperación de la Iglesia en su diócesis, apostó fuertemente por este modelo de evangelización, y lo cierto es que ha obtenido resultados más que notables. Pues bien, Marta y María, las de La Cuatro, no las del Evangelio, tuvieron un especial interés en insistir y reiterar la cuestión del demonio en estas cenas, cuando, si aparece, lo hace de forma absolutamente marginal porque el centro de la cena es siempre el evangelio de Jesús. De hecho, el programa ya tenía un relato construido y su realización se ajustó al mismo.
Desgraciadamente esto cada vez se hace más y TV3 es un ejemplo en este caso. De este modo los programas informativos sobre un determinado tema son tratados como el guión de una película en la que existe un desarrollo y un final previamente establecidos, buenos y malos, premios y castigos. En el caso del obispo Novell se quiere presentar su figura relacionándolo en torno a 3 ejes: el demonio, el sexo y todo ello aderezado con sus observaciones sobre la homosexualidad.
Pero, tan lastimoso como que una televisión que se quiere profesional sea utilizada de este modo, es como algunos de los viejos sacerdotes resentidos con su obispo aprovechan ahora cualquier ocasión, como la del programa, para pasarle cuentas. Todo ello, una clara manifestación de las miserias humanas.
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Lo del tema Obispo Xavier Novell ya está creo que más que superado. Evidentemente desde mi punto de vista lo que ha echo no está bien, no voy a desmenuzar detalles. No está bien. El tema de cuatro TV y sus dos reporteras tienen tela, la cuestión es vincular a Novell con sexo, homosexualidad, exorcismos escénicos de pánico, minifaldas en catedrales y no se que más mencionar. Ya está bien!!!!. Vuelvo a repetir lo ha echo muy mal rematadamente mal, pero vamos a terminar ya de una vez está información día a día no sé si de crónica rosa, naranja o negra. Punto final se acabó, habrá otro obispo en la diócesis de Solsona y todo sigue su vida. Ahhh que las cenas Alpha, reuniones, encuentros o demás actos para compartir la palabra de Dios, el Evangelio no es malo, recuerdenlo señoras periodistas. Infórmense un poco antes de salir a cubrir un mejunje de este tipo.