Resultados electorales: una interpretación con luces largas

1. Unas elecciones de gritos y descalificación, donde la identidad: independentismo, a favor o en contra, ha vuelto a ser la clave principal. Las elecciones no han aclarado nada sobre las grandes cuestiones. La apuesta de Illa no era romper los bloques, sino ganar reproduciendo «efectos Arrimada»; cobijar todo el voto no independentista.
2. Los resultados hay que leerlos íntegramente para ver que el factor más explicativo es la alta abstención: por cada voto emitido, otro ha quedado en casa.
3. El PSC es primero, ha superado el bajón abstencionista, pero su apoyo ciudadano es similar al de las anteriores elecciones. Ha mejorado con 35.000 votos más los que había logrado.
4. Su bloque de gobierno en Barcelona y España le ha hecho perder 100.000 votos a causa de los Comuns. Iglesias y Colau tienen un problema importante. La próxima batalla municipal para validar o echar a Ada Colau tendrá una relevancia política excepcional por su fuerte repercusión en el ámbito catalán y español.
5. El independentismo, aunque puede formar gobierno con el apoyo de la CUP, y que por primera vez han logrado la mayoría de votos (51,12 €), ha perdido la ocasión excepcional de obtener una mucho más alta mayoría. Si ahora no lo han conseguido, no lo conseguirán nunca, porque en esta ocasión se trataba, no de la siempre difícil tarea de atraer nuevo electorado, sino de conseguir que los fieles les votaran. Este bloque ha perdido 100.000 personas que ya no han optado por la independencia
6. El PDeCAT y el PNC casi no han tenido impacto: 76.000 escasos votos para los primeros y 4.500 votos para los segundos. Como UDC, pero con menos votos, han quedado fuera de juego.
7. El bloque formado por CS, PP y Vox, el que podríamos calificar como la opción española, la que se mantiene siempre fuera del gran espacio del catalanismo, ha sufrido una destrucción extraordinaria. A pesar del éxito de VOX, este bloque ha perdido del orden de 800.000 votos.
8. Otra mirada es contemplar la relación de votos entre PSC y Ciudadanos, dado que uno de los principales objetivos socialistas era captar el voto defensivo que votó Arrimadas: fueron 1.7 millones en 2017, por tan sólo 796 mil ahora (900.000 votos menos)
9. Los ganadores, Vox y PSC, han incorporado menos de 250.000 votos de los más de 1,6 millones que han elegido la abstención.

Unas primeras conclusiones a corto

1. Sánchez se beneficia porque su apuesta ha funcionado
2. Iglesias vuelve a perder.
3. La batalla de Barcelona puede ser decisiva para la nueva etapa que abre la crisis Covidi, la crisis económica estructural y la crisis de la partitocracia en Cataluña, y muy decisiva en el gobierno español.
4. La mesa de diálogo queda emplazada, hay que ver qué dará de sí, y cómo repercutirá en las pugnas internas del independentismo, que ha quedado situado como solución imposible.
5. También queda claro que no es fácil habitar fuera del catalanismo, ni es viable querer ofrecer una nueva opción siguiendo los pasos de las precedentes.
6. Y todo ello aderezado con la formación de un gobierno que dependerá de la CUP, y una candidatura de Illa que tiene un casi inexistente recorrido.

Es el momento de hacer fuego nuevo: el de la política en las condiciones concretas de una nueva época, que comenzó confusamente en 2008, y que en 2020 se muestra ya con toda su crudeza.