Badalona ha vivido un nuevo pleno de investidura de infarto en el que hasta el último momento no se ha sabido quién iba a recoger la vara de mando. No obstante, el resultado ha sido distinto al escenario de 2019, en el que el socialista Álex Pastor se erigió alcalde con los votos de Guanyem, esta vez no ha habido acuerdo y Xavier Garcia Albiol (PP) ha recuperado la alcaldía de Badalona.
Las negociaciones entre los grupos progresistas se han mantenido hasta el último minuto, pero, finalmente, Guanyem no ha firmado el acuerdo propuesto por el PSC, por lo que ninguna fuerza ha obtenido mayoría absoluta (situada en los 14 concejales). Así, Albiol, cuya lista fue la más votada en las elecciones de 2019, ha conseguido la vara de mando por mayoría simple (11 concejales), estableciendo así un gobierno en minoría. La alcaldía de Albiol ya se ha anticipado cuando tanto Dolors Sabater (Guanyem Badalona) como Rubén Guijarro han presentado candidatura.
Según indican fuentes de Guanyem, «el acuerdo no se ha firmado porque el PSC ha retirado una cláusula que daba poder a las asambleas de las respectivas organizaciones para ratificarlo pasada la investidura». Desde Guanyem se refieren al penúltimo punto del acuerdo que sí han firmado PSC, ERC, Junts per Catalunya y Badalona En Comú Podem y que dice: «Ninguna asamblea de ninguna organización política firmante podrá modificar a posterior el contenido de este acuerdo».
Antes de iniciar la votación, Sabater ha hablado sobre establecer un gobierno que «apueste por la redistribución, de mirada larga, ancha, que no deje a nadie atrás; un gobierno que represente la pluralidad de la ciudad para trabaja en la recuperación de la misma». Por su parte, Guijarro ha lamentado no haber llegado a un acuerdo y ha instado a Guanyem a hacer un cambio de última hora y optar por él para establecer un gobierno con todos los grupos progresistas.
Albiol ha señalado que su proyecto no va «ni de derechas ni de izquierdas«. «Mi candidatura no es tan sólo del PP, es una candidatura de todos los vecinos más allá de lo que piensen. El gobierno que encabezaré gobernará para todos», ha asegurado.
Para reforzar la excepcionalidad de la situación, la sesión de investidura, que debe contar con la presencia de todos los concejales -ya que deben depositar personalmente su voto para elegir el nuevo alcalde o alcaldesa de la ciudad-, no se ha podido desarrollar en la Casa de la Vila porque no permite garantizar las medidas sanitarias adecuadas. Así, el pleno de investidura se ha celebrado en el Badalona Centre Internacional de Negocis (BCIN).
Aunque tras la dimisión de Pastor los grupos municipales progresistas afirmaron que se cerraría un acuerdo antes del pleno de investidura, los partidos han llegado al día del examen sin tener clara la materia. Hasta ayer a las 15:00 h, los dos principales grupos del bloque progresista –Guanyem y PSC- no empezaron a acercar posturas, enrocados hasta entonces en vetos mutuos.
Durante las negociaciones, con el PP siempre expectante, el PSC se negaba a que Sabater volviera a mandar en Badalona, mientras que Guanyem reiteró que “pase lo que pase” votarían a la candidatura de Dolors Sabater. A menos de 24 horas del pleno de investidura, el PSC retiró su veto a Sabater y propuso una alcaldía compartida.
Aunque desde Guanyem afirmaban ver con buenos ojos que los socialistas retirasen su veto, se opusieron a la división propuesta por el PSC al considerar que los socialistas ya habían gobernado una parte del mandato, mientras que Guijarro se plantó en esa propuesta: “El acuerdo es de 18 meses y 18 meses y mañana estará firmado o no será”, destacó Guijarro.
Así, según fuentes de la negociación, las conversaciones se han mantenido en un punto muerto hasta el último momento, lo que ha derivado en la alcaldía de Albiol.