Según un informe recientemente presentado por la consultora ICSA Grupo y Eada la brecha salarial no ha hecho más que aumentar en el 2019. De hecho, la tendencia es que la distancia acrecentó la brecha salarial entre este grupo y los mandos intermedios y especialmente con los empleados rasos, que cobran de media unos 61.500 euros brutos menos anuales.
Esta situación no se ha visto paliada con el incremento del 22% del SMI. Como resultado, mientras el salario medio de los directivos se situó en 84.773 euros brutos tras crecer el 4,6% (en términos absolutos se dispara 3.714 euros), el de los mandos intermedios se elevó menos, el 3,43% ( 1.422 euros , a 42.929 euros), y el de los empleados aún menos, un 1,89%, hasta los 23.250 euros, 431 euros más que el año anterior.
Esta situación es la que se viene repitiendo en los últimos años. Durante el periodo 2007-2018, directivos y mandos intermedios han conseguido mantener su poder adquisitivo, registrando un diferencial positivo del 1,18% y del 2,46% respectivamente, con una inflación acumulada del 16,8%. En este mismo periodo, los empleados han perdido un 0,3% de poder adquisitivo.
Ernesto Poveda, presidente de ICSA Grupo, ha reconocido que “los incrementos en 2018 han sido menos significativos de lo esperado”. De hecho, ha apuntado, “el aumento del 22% del salario mínimo interprofesional aprobado recientemente por el Gobierno sólo afectará a un 4% de la población, por lo que tendrá un impacto mínimo”.
A pesar de la reestructuración del sector financiero que supuso una pérdida aproximada de 80.000 empleos desde 2008, éste sigue encabezando la remuneración en todas las categorías profesionales. En el caso de la industria, la internacionalización y la exportación le han permitido mantener los niveles salariales. La crisis de la construcción y la masiva pérdida de empleo han dejado tocado un sector que no ha recuperado su nivel retributivo desde entonces.
En el extremo opuesto encontramos el sector comercio y turismo, “el low cost de las rentas salariales del país”, según Poveda. En su opinión, “sorprende que un sector con tanto empuje y que representa una parte importante de nuestro PIB siga retribuyendo tan mal a sus empleados”.