Se cumple el 25 aniversario de aquel encuentro de Asís que convocó al Papa Juan Pablo II, reuniendo a las grandes religiones, y haciendo una clara propuesta en favor de la paz y del diálogo.
La conclusión de este encuentro fue promover un compromiso colectivo de cambiar las actitudes de enfrentamiento, por actitudes de paz y concordia.
En este sentido, se redactaron diez puntos de reflexión, como compromiso de acción que son los siguientes:
1- Compromiso en no usar la violencia y la guerra para resolver conflictos.
2- Compromiso de educar a la gente en el respeto a todos.
3- Compromiso de fortalecer la cultura del diálogo.
4- Compromiso de defender el derecho de toda persona, a vivir dignamente su identidad.
5- Compromiso en tratar los conflictos con un diálogo que mejore la comprensión recíproca.
6- Compromiso en perdonarnos los errores y prejuicios del pasado y del presente.
7- Compromiso en evitar situaciones de injusticia.
8- Compromiso en promover la amistad entre los pueblos.
9- Compromiso de pedir a los gobiernos que trabajen por el bien común, y que los errores del pasado no se vuelvan a producir.
10- Compromiso firme de respeto por la naturaleza.
Viendo este decálogo de buenas intenciones, desde el entorno que nos rodea, podemos decir que la humanidad ha superado ciertas costumbres inhumanas como la esclavitud u otras discriminaciones, pero queda todavía mucho camino por recorrer.
Llevamos consigo el estigma de la guerra, que pone de manifiesto la incapacidad de tratar los conflictos de forma civilizada y humana. Se cree que la violencia es signo de fortaleza y poder, cuando en realidad, es la demostración clara de la debilidad de las mismas razones.
La fabricación de armamento es un bruto negocio que va a costar vidas de personas inocentes, que no tienen ninguna responsabilidad en el conflicto. La diplomacia, en lugar de ser una vía de concordia y de diálogo, es un instrumento al servicio de los intereses de los países.
La función parlamentaria es la demostración del apego que hay en el enfrentamiento y la poca predisposición a escucharse y colaborar. Los compromisos que hace veinticinco años se formularon en Asís, nos proponen un cambio. Ser conscientes de cómo vivimos y cómo deberíamos vivir, si optamos por actitudes unipersonales y egoístas, o bien actitudes generosas y colaborativas.
En el momento de elegir es necesario que tengamos la cabeza y el corazón bien abiertos hacia la concordia y la paz, para afianzar el bien común de ahora y el de las próximas generaciones.
Se cumple el 25 aniversario de aquel encuentro de Asís que convocó al Papa Juan Pablo II, reuniendo a las grandes religiones, y haciendo una clara propuesta en favor de la paz y del diálogo Share on X