¿Por qué la productividad es un factor letal en nuestro caso?
Porque es crónicamente baja en todas sus manifestaciones e impide que la población crezca en ingresos y converja con Europa, de manera que cada vez estamos más separados. Sin una productividad adecuada, la prosperidad a medio plazo es imposible.
La productividad en España ha retrocedido significativamente en comparación con la Unión Europea a lo largo del siglo actual. Esto se refleja en la productividad total de los factores (PTF), que ha disminuido en un 7,3% desde el año 2000 hasta 2022, en contraste con los avances registrados en países como Estados Unidos y Alemania.
La productividad del trabajo, calculada dividiendo el PIB por el total de horas trabajadas por los ocupados, creció en España menos que en otros países, con una media anual del 0,7% desde principios de siglo, frente al 1,1% que registra la UE en su conjunto o el 1,4% de Estados Unidos. La productividad del capital, definida como el valor añadido generado por unidad de dotaciones de capital disponibles, registró un descenso medio del 1,2% anual entre 2000 y 2022, debido a que la inversión acumulada avanzó más que el valor añadido generado.
Aunque la productividad conjunta de los factores creció un 1,2% tras el final de la Gran Recesión (2013-2019) y un 2,8% tras la pandemia (2020-2022), estas mejoras no son suficientes para converger hasta los niveles medios europeos de productividad.
La evolución de la productividad en España se ha caracterizado por un proceso de divergencia con la Unión Europea, especialmente en términos de productividad por hora trabajada.
La productividad laboral en España ha seguido un comportamiento muy diferente al del PIB per cápita, con un acercamiento español en materia de productividad en los primeros años de los ochenta, que se detuvo con la entrada española en la Unión Europea, y posteriormente se inició un proceso de divergencia que alcanza hasta la actualidad.
Las consecuencias del retroceso son evidentes:
El crecimiento del PIB por habitante se ha frenado y, por consiguiente, la distancia entre España y la UE-27 en renta por habitante ha crecido y la brecha con países que sí mejoran la eficiencia se ha ampliado.
Las causas son diversas:
- Débil Eficiencia Productiva: La baja productividad se debe en parte a que la trayectoria de la productividad total de los factores ha mantenido los niveles de eficiencia productiva por debajo de los del siglo pasado, a pesar del esfuerzo de acumulación de capital físico y humano de las últimas décadas.
- Excesiva Acumulación de Activos Inmobiliarios: Durante el boom inmobiliario, se acumularon activos inmobiliarios que siguen parcialmente utilizados por las empresas, lo que lastra la productividad del capital.
- Baja Inversión en Activos Productivos: La inversión en activos que deberían impulsar la productividad, como las tecnologías de la información y los intangibles, ha avanzado a un ritmo menor que en otras economías, lo que ha contribuido a la caída de la productividad en España.
Hay otros factores que refieren directamente a las empresas:
- Tamaño de las Empresas: Es conocida la relación directa entre tamaño y productividad. El peso de las pymes y micropymes se hace notar.
- Composición Sectorial: La estructura productiva, con el peso creciente de sectores de baja productividad y el aumento de la dependencia hacia ellos, como el turismo que ya aporta del orden del 12% del PIB, y el entorno de actividades de servicios que genera.
Para entender mejor nuestro caso: El teorema de Hulten
El teorema de Hulten, formulado por el economista estadounidense Charles R. Hulten en 1978, nos ayuda a entender, mediante el análisis de la productividad total de los factores (PTF) y su impacto en la economía. Su importancia radica en la conexión que establece entre las ganancias de productividad agregada y la productividad en el ámbito de las empresas.
El teorema de Hulten surge en el marco del modelo de crecimiento de Solow y la contabilidad del crecimiento, donde la PTF se considera como el componente del crecimiento económico que no puede explicarse por el aumento de los factores tradicionales, como el capital y el trabajo.
La producción total es el resultado de la combinación de capital, trabajo y esta productividad total de los factores (PTF), que representa la eficiencia con la que se combinan capital y trabajo para producir. El aumento de la PTF puede provenir de la innovación, la mejora en la eficiencia, el capital humano, etc.
El teorema de Hulten establece que el crecimiento en la productividad agregada puede ser calculado como una media ponderada del crecimiento de la productividad individual de las empresas. Existe un efecto de la composición debido al peso de los distintos sectores en la formación del PIB. Mientras que resulten importantes los que denotan una baja productividad, como el turismo, la hostelería, los servicios personales no cualificados y la construcción, la dificultad para mejorar la productividad es mayor y el esfuerzo de los otros sectores debe ser más importante. Pero como en determinados aspectos compiten en recursos, por ejemplo en capital, el problema se multiplica.
Sin mejoras de la productividad no hay crecimiento de los ingresos por persona, y esto explica por qué, siendo tan bueno el crecimiento del PIB español, es tan deficiente la mejora de los ingresos de una buena parte de la población; incluso su empobrecimiento a causa de la inflación. La economía española está dopada y esto es un factor letal, por el crecimiento a base de añadir población inmigrante de baja productividad. Si en la anterior crisis la causa fue la construcción, en la venidera está surgiendo de la combinación entre baja productividad, turismo y otros sectores afines, e inmigración masiva.
📊 Sin mejoras en la productividad, no hay crecimiento de ingresos por persona. ¡Es fundamental para nuestra economía! 💼💪 Share on X