- La violencia con agresión, la del “Tsunami democrático”, del CDR, Arran, con invasión del aeropuerto, quema de contenedores y automóviles, mobiliario urbano, ataque a los constitucionalistas, reporteros y especialmente a la policía con grandes piedras, adoquines, barras metálicas que pueden causar graves heridas e incluso la muerte, lo que les convierte en homicidas potenciales a los que la policía debe contestar solo con “palmaditas en la espalda” como reclaman las entidades independentistas.
- Violencia sin agresión aparente, la de cortes de calles, bloqueo de carreteras, autovías, trenes, fronteras, edificios oficiales, acampadas, aparentemente pacíficas, pero que llevan soterrada la agresión contra alguien que intente hacer valer su derecho a desplazarse a través de la barrera humana. No pueden calificarse tampoco de pacíficas las “marchas por la libertad” que han colapsado durante tres días autopistas y carreteras, impidiendo por la fuerza la circulación de camiones, autobuses y automóviles, lo que ha provocado pérdidas económicas valoradas en más de 75 millones de euros.
Ninguna de estas actuaciones responde al concepto de manifestación pacífica.
El independentismo se apodera del espacio público, lo monopoliza, lo embadurna y lo destroza a veces con desprecio al resto de la ciudadanía.
Es un claro ejemplo de activismo antidemocrático que vulnera las normas que consagran el legítimo derecho a la protesta y a la manifestación pacífica con respeto siempre a los derechos ajenos.
El separatismo se ha convertido en un pesado lastre para Cataluña y principalmente para Barcelona a la que conduce a una inexorable decadencia si no se detiene a tiempo.
Quien siembra vientos, recoge tempestades…
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Sr. Cuatrecases. Su artículo resulta sesgado, es de parte. No se puede hablar de los efectos sin considerar objetivamente las causas que los han producido. Parece evidente para muchos juristas nacionales e internacionales que la sentencia es un abuso del poder judicial, y ésta es la causa primera de los acontecimientos recientes. Creo que Ud. también es jurista y tendrá su propia opinión, que aparentemente es creer que ha sido un juicio justo. Entonces hay que preguntarse cómo considera Ud. el dictamen de la NU que reclamaba la puesta en libertad de los encausados y las indemnizaciones correspondientes. Saludos.