A continuación, la entrevista más personal de Cesc Escolà.
¿Qué te llevó a aterrizar en el mundo del fitness?
Vivía en Manresa (Barcelona) y llevaba toda la vida en el mundo del baloncesto y necesitaba un cambio porque como jugador estuve casi 10 años compitiendo. Me fui a Barcelona y me gradué en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, en la Universidad Blanquerna, e hice un Máster Universitario en Formación del Profesorado.
Empecé a ir al gimnasio haciendo Body Pump (trabajo con pesas). Después “me enganché” al Spinning y descubrí un boom dentro de mí (gritar, sudar, pedalear con la música, moverme…). Durante medio año combiné estas dos actividades hasta que salí de la zona de confort y empecé también con los steps, aeróbic, Body combat, me aprendía todas las coreografías.
Hice las prácticas universitarias dando clases dirigidas en el Club Perill y en el gimnasio Metropolitan. También trabajé tres años en el Club Bonasport.
Después ya entré, como sustituto, a dar clases en los gimnasios Dir de Barcelona todos los domingos por la mañana durante medio año, porque entre semana no podía al entrenar a cuatro equipos de baloncesto y los sábados teníamos partido con los niños que entrenaba. Trabajar los domingos fue duro, pero allí empecé a darme cuenta de lo bien que conectaba con todos mis alumnos que al acabar la clase venían a agradecerme lo duras, pero a la vez divertidas, que eran y que les servían para desconectar del mundo y de las rutinas diarias. Pasado este medio año ya me dieron el técnico oficial titular en el Dir Tuset y Tres Torres.
Cesc Escolà se considera una persona familiar
¿Qué rol juega la familia para ti en tu vida?
Gracias a ellos estoy aquí, y gracias a la educación y valores que me han dado, estoy aquí. Mi padre fue muy estricto conmigo de pequeño y esto me ha ayudado mucho, me ha marcado y me ha ido muy bien para ser hoy como soy. Creo que es importante que los padres te pongan límites.
Todos somos una piña y el papel de mi madre ha sido decisivo. Ella abre los brazos y nos acoge a todos con un cariño inmenso
Al ser el pequeño de 5 hermanos, y llevarme bastantes años con ellos, he sido un poco como un hijo único, con una relación muy cercana a mis padres, y un poco más distante con mis hermanos, pero por la edad.
El rol de la familia ha sido primordial, mucha unidad, cariño, amor, el saber que siempre están allí, que tienes un hogar.
Tengo dos sobrinos y dos sobrinas a los que adoro y que son la alegría de la familia.
La relación con mi padre es muy buena y cercana, he pasado mucho tiempo con él. Todos somos una piña y el papel de mi madre ha sido decisivo. Ella abre los brazos y nos acoge a todos con un cariño inmenso.
¿Qué ha supuesto para ti crecer en una familia numerosa y ser el pequeño de 5 hermanos?
De pequeño “flipaba” con cuatro hermanos mayores. Me llevo 14 años con el mayor, Nabí, y 9 años con el que me precede, Jordà, que por cierto era el que me tenía que aguantar más… Los mayores ya estaban fuera de casa estudiando y siempre esperaba con ilusión los fines de semana para verlos y hacer cosas juntos, era una necesidad que tenía y que sigo teniendo ahora de mayor, el hacer cosas los cinco.
Siempre he podido contar con ellos, me han ayudado y protegido, pero al mismo tiempo siempre me han marcado y de pequeño se metían conmigo porque decían que estaba muy mimado.
Cuando les conté que en Operación Triunfo me habían seleccionado para dar clases, se alegraron muchísimo, pero con una euforia controlada porque al mismo tiempo estaban asustados por lo que me venía encima y como me quieren tanto les preocupa cómo puede afectarme todo esto y cómo lo gestionaré.
Al tener cuatro hermanos he tenido cuatro ejemplos y como soy muy “esponja”, me quedo con lo que me gusta de cada uno y me alejo de lo que no. Tengo mucha memoria para recordar pequeñas cosas y momentos.
De pequeño sabía que quería dedicarme al mundo del deporte porque tenía a mi hermano mayor de referente y a otro, Daniel, que jugaba al waterpolo. También tengo un hermano Noè, que ha sido la figura musical de la familia que me ha servido de ejemplo junto con lo que estudié de pequeño de percusión, trombón de varas y solfeo.
Cesc Escolà es el encargado de poner en forma de los alumnos de Operación Triunfo
Tus padres son médicos, ¿ha influido eso en el hecho de que vigiles la alimentación y los hábitos saludables?
No me ha influido el hecho de qui mis padres sean médicos. En casa comíamos bien, pero no correctamente las cantidades, el tanto por ciento de proteínas, carbohidratos, etcétera, porque antes esto no se sabía tan bien como ahora y con el tiempo lo he ido cambiando y mejorando. He tardado muchos años en ser consciente que la base de nuestra vida, de nuestra salud y del entrenamiento, es la alimentación, por ello me formé para conocer qué y cómo debemos comer, las cantidades, los alimentos que se pueden combinar y los que no. Ahora veo lo que hemos hecho mal de pequeños.
Que sean médicos mis padres me ha ayudado a nivel de cuando estas enfermo, ya que casi nunca he tenido que ir al hospital y esto te da una tranquilidad.
Mi abuela es mi pilar, he tenido con ella una relación única y especial, una conexión que no he tenido con nadie más en este mundo
Tienes una abuela de 91 años, ¿qué relación mantienes con ella?
Solo hacerme la pregunta ya me emociono, con eso te lo digo todo… Me emociono porque es mayor, ha tenido dos operaciones recientes, pero ahora está muy bien.
Mi abuela es mi pilar, he tenido con ella una relación única y especial, una conexión que no he tenido con nadie más en este mundo. Es una relación de cariño y amor.
Ya de pequeño conectaba mucho con ella porque yo soy muy, pero que muy cariñoso y ella también. Hemos compartido muchos veranos en nuestra casa de Taradell (Barcelona) y sobre todo me marcó, cuando tenía nueve años, un viaje que hicimos en coche con ella y mis padres a Italia para visitar un tío mío que es monje misionero. Como el viaje era largo, aprendí la estrofa de una canción de Los Panchos Piel Canela, que es muy pegadiza y que nosotros dos no parábamos de cantar. Pues bien, desde ese día y hasta hoy, mira si han pasado años, cada vez que nos vemos, al saludarnos y despedirnos, nos señalamos con el dedo y cantamos “Me gustas tú y tú y tu y solamente tú y tú y tu”. Es nuestro lema.
¿Qué valores te han transmitido en tu familia?
Al ser familia numerosa, muy importante el valor de compartir y el de la generosidad, que por cierto siempre me ha costado, porque al ser el pequeño, todo lo quería para mí. Tengo un defecto, y es que soy muy generoso con mis amigos y todo el mundo, pero con mi familia a nivel de cosas pequeñas de casa me cuesta.
Valores de actitud, de no dar tanta importancia a lo material y más a las cosas pequeñas. Porque de pequeño siempre quería más y más cosas y mis padres me ponían límites.
He tenido una educación católica que me ha marcado, porque a pesar de que ahora no practico, los valores que me transmitieron como el del perdón, la caridad, la esperanza, los tengo muy interiorizados y también rigen mi vida.
La perseverancia, el sacrificio, la superación. No conformarse nunca. La vida son etapas, evoluciones, y yo necesito siempre cambiar
Podrías citar los valores más importantes para ti?
Amar en todos los sentidos, compartir cada minuto de la vida con las personas que quieres y transmitir mucho cariño ¡porque la gente es poco cariñosa!
El esfuerzo es primordial: en los estudios, en el trabajo, en prepararse. Esto les machaco todos los días a mis alumnos de Grado Superior del colegio San Ignacio de Barcelona. El sentido del humor enlazado con el ser positivo ante la vida, en la actitud. Estar contento con uno mismo y trabajarlo. A prender de todo el mundo, estar abierto.
La perseverancia, el sacrificio, la superación. No conformarse nunca. La vida son etapas, evoluciones, y yo necesito siempre cambiar, conocer cosas nuevas y experimentar.
Y ya para resumir, los valores positivos, es la base de todo y por desgracia estamos en un momento en que los adolescentes, en general, no tienen muy claros todos estos valores, Y no será porque no se les diga, sino porque están viviendo en un mundo muy digital y virtual y se les va la realidad.
¿Qué te gustaría transmitir en tus clases con los chicos de OT?
El primer día de clase, en mi presentación, ya les hablé de la importancia de la actividad física y los entrenamientos como complemento para poder cantar mejor.
Necesitan un equilibrio mente-cuerpo y siempre relacionado con la nutrición.
Quiero transmitirles, sobre todo, esfuerzo, motivación, fuerza, pero siempre desde la diversión y la motivación.
OT no es un reality como otros, es mucho más. Todos los profesores intentamos transmitir y enseñar a los concursantes unos valores que les ayudarán en su vida profesional. Queremos que sean unos artistas completos.
Tengo la suerte de tener los mejores amigos y amigas del planeta y esto me ayuda muchísimo
Tú aparición en el talent show de OT te ha puesto en el foco de la opinión pública y los seguidores se han disparado en tus redes sociales. ¿Qué te ayuda a mantenerte aislado de toda esa vorágine?
En estos momentos me cuesta mucho aislarme de toda esa vorágine creada. Me cuesta desconectar.
Tengo la suerte de tener los mejores amigos y amigas del planeta y esto me ayuda muchísimo.
Me he dado cuenta de que, al convertirme en una imagen pública, he adquirido una responsabilidad que puede ser un ejemplo positivo o negativo. Cualquier cosa que hago y cuelgo en la red tiene tanta repercusión que debo vigilar los comentarios y consejos que doy.
Esto me ha hecho madurar y ahora estoy aquí para ayudar a los chicos de Operación Triunfo y a todos los que me siguen a través de las redes sociales, pero siendo yo mismo, sin miedo, dejando fluir las cosas y dejándome de tonterías.
Hoy mismo me ha enviado un mensaje una amiga que trabaja en un hospital que tiene una paciente que es muy fan mía y que si podía enviarle un vídeo y es lo primero que he hecho, enviarle un mensaje dándole ánimos, que lo importante es su actitud y yo super orgulloso de poder decir esto y ayudar a alguien enfermo. Es la primera vez que me pasa y estoy supercontento.
Me gustaría acabar esta entrevista con una reflexión que para mí es importante y que ha sido dura: “El boom que he tenido en la primera gala y en la presentación del programa OT del día 9, cuando Noemí me presentó como una estrella del programa. Yo allí me sentí mal porque yo no soy nadie, no soy ninguna imagen del programa porque allí están para cantar, y yo puedo ayudar, pero nada más. Y después lo que pasó en el Chat pasando mis fotos de Instagram, el video de Sor Lucía, yo flipé. Y cuando llegué a casa a las 4 de la madrugada, que estaba mi madre esperándome despierta para abrazarme, le envié un mensaje a Noemí diciéndole que estaba muy orgulloso de cómo había ido, pero que no estaba bien del todo porque no me sentía como una tableta de chocolate ni como un físico, que lo que quería era demostrar mi potencial a nivel técnico dando las clases y que a partir de allí ya se vería. Me dijo que tranquilo, que me entendía y que todo iría bien. Y así ha sido, sobre todo a partir de la tercera clase que empecé a conectar con mis alumnos y ahora ya va saliendo todo rodado, así que muy contento”.
